Madres frustradas

Autor: Josefa Romo Garlito 

Mientras que Francia reconoce el derecho de registro civil a todo niño abortado, en España se estimarán como "residuos sanitarios" hasta el séptimo mes de gestación.¡Menuda involución cultural! Como me comentaba un sabio historiador, ni en la Alemania nazi llegaron a tanto. El gobierno socialista, acuciado por IU, tratará a niños nonatos incluso viables, como basura asquerosa y legalmente podrán ser aprovechados para la industria de cosmética. Al enterarme, he evocado a las madres que han abortado. Son madres frustradas y muchas viven con una gran pena; algunas, incluso con remordimientos, en especial si no tienen fe cristiana y no saben que Dios es Padre amoroso también con ellas. Un día me contaba una de estas madres: "Me sentí muy sola en Madrid y por eso fui a la Dátor. En la confesión he encontrado la paz; pero el recuerdo de mi hijo abortado me acompañará hasta la muerte". La miré como se mira a una hermana. Me contó su sufrimiento al ver a su niño despedazado en un bote transparente y sin saber qué harían con él. ¿ Y qué dice la Iglesia? "La Iglesia, como madre solícita, es capaz de comprender la tragedia interna que sufre el corazón de una madre que ha decidido matar a su propio hijo; y tiene hacia ella una actitud de compasión y la llamada a una amorosa reconciliación" (Catecismo de la Iglesia Católica, número 982).