Aborto en Colombia

Autor: Josefa Romo Garlito

 

 

En muchos lugares del mundo se practica aborto como si no fuera “la eliminación deliberada y directa de un
ser humano en la fase inicial de su existencia que va de la concepción al nacimiento» (Evangelium Vitae, n.
58). Acción inhumana y deshumanizadora. Ahora le ha tocado el turno a Colombia, en donde la Corte
Constitucional pidió el aborto para una menor ( 11 años), embarazada de su padrastro ( se realizó el
jueves 24 de agosto). Como ha señalado el Episcopado de la zona, no se ha visto “el mismo celo ni el mismo
interés en reclamar el castigo ejemplar para el violador y para las personas que, conociendo el caso,
no lo denunciaron oportunamente a las autoridades”.
¿No es un abuso de poder del Constitucional ? Apostillarse como defensores de la vida y promover la
matanza de niños, nacidos o por nacer, ¿ no es de una hipocresía tremenda, de un cinismo vomitivo? Las
instituciones y los medios de comunicación que exaltan el aborto, ¿ no están en la línea de la mayor vileza
que pensarse pueda? ¿Por qué no se pone el énfasis en la adopción, por ejemplo? Yo soy madre y quise a mis
hijos antes de verles la cara. Los habría defendido con uñas y dientes desde que supe que estaban en mi
seno. Bastaría con tener sensatez para rechazar ese crimen horrendo. Aprovecho para felicitar a los
médicos colombianos que, sabiéndose servidores de la vida, han tenido el valor, invocando la objeción de
conciencia, de rehusar practicar el aborto y han reclamado la reglamentación que debe acompañar el
fallo de la Corte Constitucional.