Felicitación a la socialista Mercedes Aroz.

Autor: Josefa Romo Garlito

 

 Quiero felicitar a la Senadora doña Merces Aroz, convertida a la fe
católica. "Divorciada, antigua militante comunista, cofundadora del
PSC, y 21 años de parlamentaria...", su conversión me llama al
atención. Algunos se preguntan: "¿Dejar un puesto de poder y sueldo en
un partido que gobierna Cataluña, España? ¿A cambio de qué? Muy
sencillo: a cambio de la "perla escondida del Evangelio", que, "quien
la encuentra vende todo cuanto tiene, va y la compra". Su apuesta por
el catolicismo tras muchos años de militancia marxista, me hace ver la
profundidad de su espíritu recto, de sobra conocido. Mujer
inteligente, luchadora por lo que creía justo, Dios le ha regalado la
gracia de ver que "hay algo más que la razón y la ciencia". Sin
complejo ni rubor ha declarado: "He querido hacer pública mi
conversión para subrayar la convicción de la Iglesia Católica de que
el cristianismo tiene mucho que decir a los hombres y mujeres de
nuestro tiempo, porque a través de la fe cristiana se alcanza a
comprender plenamente la propia identidad como ser humano y el sentido
de la vida". Se da cuenta de que ser cristiano auténtico hoy en
España, es nadar contra corriente, que no es fácil ser católico y
socialista –marxista, el estilo que marca Zapatero frente a la
socialdemocracia de Felipe González. Senadora la más votada ( obtuvo
el 53' 67 %, de los votos por Barcelona), ha dejado su escaño para
hacer viable la coherencia entre fe y vida. Socialista ahora de a
pie, ha declarado: "Mi actual compromiso cristiano me ha llevado a
discrepar con determinadas leyes del Gobierno que chocan frontalmente
con la ética cristiana, como la regulación dada a la unión homosexual
o la investigación con embriones, y que en conciencia no he podido
apoyar". Con valentía, la señora Aroz denuncia la ideología laicista:
"la libertad religiosa- dice- reclama el respeto y un reconocimiento
positivo del hecho religioso, frente a un intento de imponer el
laicismo". Sin ambages, pide al Estado que facilite "la educación
religiosa en la escuela".