El ilustrativo caso de Stephen Hawking

Autor: Josefa Romo Garlito

 

La muerte de Ramón Sampedro a muchos les produce
malestar. El derecho a la vida no se asienta en los
deseos de vivir, sino en la dignidad de la persona.
¿Hemos pensado alguna vez que una ley que aprobara la
eutanasia activa, se convertiría en portillo para
múltiples abusos por parte de familiares cansados o
egoístas, e incluso del Estado por razones económicas?
En la Alemania nazi se practicó la eutanasia; y en
Holanda, la ley ha dado lugar a manejos que han
causado horror en enfermos terminales y ancianos.

¿Recordamos el caso del tetrapléjico y extraordinario
científico inglés Stephen W. Hawking? Es una prueba
evidente de que ellos también pueden ser útiles a la
sociedad y al progreso. El cuerpo no lo es todo en el
hombre. Como los ancianos y enfermos, lo que los
inválidos necesitan es, sobre todo, pocas quejas,
mucho amor y buena cara a su alrededor.

Son los cuidados paliativos lo que hay que provocar en
determinados casos, y jamás el asesinato. Veo muy
sensata la declaración del presidente de la
Organización Médica Colegial, Ignacio Sánchez: «Los
médicos no estamos para acabar con la vida de nadie».