Felicitación a los provida

Autor: Josefa Romo Garlito

 

Escribe un periodista: “¿A quién le apetece jugarse su prestigio para defender a un no nacido, un tipo al que se le puede hacer cualquier cosa, incluso matarlo, dado que no es capaz de defenderse por sí mismo, y que ni tan siquiera podrá agradecer tu intervención? El
cristiano provida -todos los cristianos son providas
aunque no todos los providas sean cristianos- no tiene nada que ganar, y mucho que perder, en esa defensa que la mayoría evita con pudor y que nadie le va a agradecer”. ¿ Nadie?  Dios es el Autor de la vida, de
lo creado, y nada es tan importante  para Él como el
hombre, ni nada tan execrable como el crimen. Defender la vida es la obra más noble. Es hermoso e interiormente gratificante la defensa del no nacido y apoyar a  su madre, desprotegida en una sociedad egoísta en la que cada uno dice que el otro se las apañe. Si decimos que defendemos al no nacido y le volvemos la espalda a la madre embarazada en apuros, ¿somos sinceros? Es verdad que el provida no cuenta con la admiración que recibe el que se dedica a los pobres y enfermos; pero, ¿ debe importarle eso? Si trabaja con rectitud, no necesita reconocimiento humano. A esto se le podría aplicar lo de Santa Teresa: “Sólo Dios basta”. He mirado a un niño salvado de las garras del aborto porque se ha ayudado a  su madre y se le ha
sacado de su error. Verlo en sus brazos amorosos, es
lo más gratificante. También lo es saber, por la fe,  que por la oración y la penitencia podemos salvar muchas vidas. Aprovecho para felicitar a todos los que trabajan por la vida:  Vida humana Internacional;
Fundación Vida, que ha rescatado  del aborto en los
últimos nueve meses, a más de cuatrocientos niños; a la Federación Provida; a Evangelium Vitae; a Unidos por la Vida, etc. Una cosa les pediría a todos ellos: unidad.