Contra la vejez, solidaridad

Autor: Josefa Romo Garlito

 

Impactante la generosidad de Rafael Izquierdo, de 74 años, al que no doblega la jubilación. Es Ingeniero de Caminos, padre y abuelo, catedrático, el fundador de la ONG "Desarrollo y Asitencia", que procura alivio a muchas personas olvidadas o que sufren soledad o abandono. Dice: "Cuando das clases a gente de 25 parece que siempre tienes 25 años". La juventud es una enfermedad que no siempre se cura (…) En Madrid hemos tenido casos de personas que al principio ni siquiera te dejaban entrar en sus domicilios y al cabo de un tiempo acaban saliendo a pasear por la calle. La soledad se cura con tiempo, amistad y afecto. Sólo en Madrid, por ejemplo, hay más de 135.000 personas que viven solas y la mitad son mayores de 80 años. Por eso, todo nuestro voluntariado va dirigido a ellas (...) ".
En distinta proporción, y cada vez más, en todas partes hay personas solas por falta de familia o por abandono de la familia o por sus circunstancias personales.
¡ Cuanto bien se puede hacer si aprendemos a olvidarnos un poco de nosotros para atender a los demás!; y también, cuánto bien nos hacemos a nosotros mismos, aunque no sea ni deba ser lo que busquemos, cuando pensamos en los problemas de otros y damos el paso para buscarles remedio. Muchos males psíquicos vienen de sentirse víctima y de dar
vueltas y vueltas a la cabeza sobre los propios asuntos. El egoísmo, el pensar sólo en sí, es falta de moral y acarrea falta de salud. Hay muchas formas de ayudar: una muy valiosa es dar un rato de nuestro tiempo; se puede acompañar a personas solas, enfermas o impedidas (hemos de evitar, en lo posible, que la soledad o el abandono ocurra en la propia familia). Y encima, se encuentra paz, felicidad y se retrasa la vejez, que no habrá cosa que más la acelere que sentirse inútil. Y no olvidemos a los enfermos mentales, por favor, que también ellos son personas y, aunque no lo parezca, necesitan cariño.