La Patrona de la Hispanidad

Autor: Josefa Romo Garlito

 

 

Entre tanta bandera, me parece que ha pasado desapercibida para algunos, la Virgen del Pilar, Patrona de la Hispanidad, de la Guardia Civil y de los cuerpos de Correos y Telégrafos; pero a infinidad de españoles, no se le ha pasado por alto: en Zaragoza, acudieron en masa a homenajear a la Virgen, y, en todos los pueblos y ciudades, son muchas las Pilares que celebraron su onomástica. Muchos españoles y americanos pensamos que Santa María del Pilar fue quien propició la
gran aventura que llevaría a Colón al descubrimiento del Nuevo Mundo, epopeya española que hermanaría en la fe, la lengua y la cultura, a gente tan distinta de pueblos tan lejanos. Quiso la Providencia divina que el Día de la Virgen de El Pilar (12 de octubre de 1492), Colón arribara a costas de tierras desconocidas, que se abrieron, así, a los ojos de Europa. Aquella gesta, rechazado el proyecto por portugueses y franceses, fue acogida por Isabel I de Castilla, una Reina santa. La celebración del Día de la Hispanidad comenzó en Argentina ( 1917), que acogió a muchos españoles durante los siglos XIX y XX; después, se extendió a otros pueblos americanos y a "la Madre Patria". ¿ Qué distingue a la Virgen del Pilar? Llama la atención la pequeñez de la talla (38 cm.) frente a la esbeltez de la columna de jaspe ( 1' 77m) "¡Qué pequeña eres, pero que influencia tan grande tienes!"- exclamó Juan Pablo II en una de sus vistas a Zaragoza-. Asegura la tradición, que hacia los años 40, apareció en carne mortal a orillas del Ebro en "Cesaraugusta" ( Zaragoza) y consoló al Apóstol Santiago, triste por la resistencia a su predicación en nuestra tierra. La Madre de Dios le aseguró que Hispania sería siempre cristiana y, tras pedirle la erección de un templo en aquel lugar, le dijo: "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio". El devenir de los siglos confirmaría sus palabras. La Virgen del Pilar podría llamarse,
también, la Virgen de los milagros: destaca el "Milagro de Calanda" (Teruel), obrado por intercesión de la Virgen de El Pilar a favor de Miguel Pellicer. En 1637 resucitó su pierna derecha, amputada tres años atrás y enterrada (fue contemplado el milagro por todo el pueblo, extendida la noticia por Europa, comprobados los hechos por notario en el mismo Calanda y levantada acta, que se conserva en el Ayuntamiento de Zaragoza ( la vista de Pellicer al Rey Felipe IV, quedó inmortalizada en el lienzo). Asimismo, fue clamorosa, la no explosión, milagrosamente, de dos bombas lanzadas contra la Santa Capilla el 3 de agosto de 1936 ( allí están). ¿ No sería, también, un milagro, el descubrimiento de América con medios tan rudimentarios? La Virgen del Pilar nunca ha cesado de conceder gracias. Ella fortaleció la fe de Santa Engracia y sus 18 compañeros mártires en la persecución de Diocleciano ( año 304); animó la esperanza de Guillermo José
Chaminade, francés desterrado, al que le inspiró, en Zaragoza, la fundación de los Marianistas; y fue quien avivó la caridad de María Rafols, fundadora, en Zaragoza, de las Hijas de la Caridad de Santa Ana. Como al Apóstol Santiago, la Virgen del Pilar fortalece nuestra fe, alienta nuestra esperanza y nos da constancia en la caridad.