Iglesia y derechos humanos

Autor: Josefa Romo Garlito

 

 

Que la Iglesia está a favor de los derechos humanos, ya lo reconoció Einstein, judío y alemán: «Sólo la Iglesia , entre todos», se refería a las universidades, a la prensa, a los escritores..., «se pronunció claramente contra la campaña hitleriana que suprimía la libertad. Hasta entonces yo no había mostrado interés particular por la Iglesia, pero desde aquel momento comencé a sentir afecto y admiración por ella a causa de su valentía. Era la única institución que había mostrado firmeza y audacia en defensa de la verdad intelectual y de la libertad moral». (Einstein en The Tablet de Londres). Hoy sucede lo mismo: la Iglesia es la única institución que muestra contra la dictadura de lo "políticamente correcto", firmeza y audacia en la defensa de la libertad intelectual y de la libertad moral, la única que se atreve a defender con rotundidad y sin titubeos, los derechos de los más débiles e indefensos, de los no nacidos, apoyada en la verdad de la razón, del sentido común y de la Ciencia. Es la única institución que no titubea en la defensa de la vida sin fisuras, la única que presta su voz a los que no la tienen, y sin interés alguno, sólo por amor a la verdad y a Dios mismo, Creador y amante de la vida. Como Einstein, siento admiración por la Iglesia a causa de su valentía, y por su labor humanitaria en todos los continentes del planeta. El mismo Paco Rubianes acaba de palpar la labor de los misioneros en Etiopía y lo manifiesta así: "Yo había perdido el sentido del altruismo, del trabajo generoso por los otros. Es impresionante lo que hace ese sacerdote, su trabajo con huérfanos".