Necesidad de la clase de Religión

Autor: Josefa Romo Garlito

 

 

El tema tan actual de la clase de Religión me trae a la memoria la carta que Jean Jaurés, socialista apartado de todo sectarismo, "el más grande de los hombres de la Tercera República francesa", escribiera a su hijo cuando le pidió que lo eximiera de las clases de Religión. Los razonamientos del fundador del periódico L'Humanité y diputado del Partido Obrero
francés, la mayor parte de los profesores de Letras los compartimos: "(...)¿Cómo sería completa tu instrucción sin un conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas sobre las cuales todo el mundo discute? (...)Estudias mitología para comprender la historia y la civilización de los griegos y de los romanos, y ¿qué comprenderías de la historia de Europa
y del mundo entero después de Jesucristo, sin conocer la religión que cambió la faz del mundo y produjo una nueva civilización? En el arte, ¿qué serán para ti las obras maestras de la Edad Media y de los tiempos modernos, si no conoces el motivo que las ha inspirado y las ideas religiosas que ellas contienen?
En las letras, ¿puedes dejar de conocer a todos los grandes maestros que debieron al cristianismo sus más bellas inspiraciones?(...)Hay que confesar que la religión está íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia humana; es la base de la civilización y es ponerse fuera del mundo intelectual y condenarse a una manifiesta inferioridad
el no querer conocer una ciencia que han estudiado y que poseen en nuestros días tantas inteligencias preclaras(...)Te sorprenderá esta carta, hijo mío, pero es preciso que un padre diga siempre la verdad a su hijo. Ningún compromiso podría excusarme de esa obligación".