Ecuador: Ejemplo en la defensa de la vida

Autor: Josefa Romo Garlito 

 

 

Con nosotros viven muchísimos ecuatorianos, que, como emigrantes, han venido para medrar y  ayudarnos. Uno de ellos me ayudó en el metro de Madrid a transportar mi maleta sin que yo se lo pidiera, y me admiré de su generosidad. Ahora me entero de que el  Presidente del Gobierno de ese país hermano, Alfredo Palacio, ha decretado el 25 de marzo como el “Día del niño por nacer”. Vaya desde aquí mi felicitación a ese valiente Presidente y a su gente. Me fijo en una cosa: el 25 de marzo es la fiesta de la Encarnación del Señor, a nueve meses de la de Navidad. ¡Qué apropiado para defender la vida del no nacido, tan vivo como nosotros y pletórico de esperanzas! Se lee en el texto presidencial con respecto al niño no nacido: “no se puede discriminar por su condición de no nacido”. Y también: “Los niños no nacidos son un grupo vulnerable al que debe darse un trato prioritario” Vayan tomando nota aquellos presidentes de las naciones y  ministros de sanidad  que dicen sólo con la boca chica que les preocupa la vida, mientras con su mano derecha empujan a la indignidad del aborto, al atropello de los no nacidos con inenarrables torturas, como si no tuvieran conciencia ni corazón y como si Dios, Padre de todos, ni existiera.