Einstein y la Iglesia

Autor: Josefa Romo Garlito

 

 

Resuena todavía el eco del congreso celebrado recientemente en Roma sobre el antijudaísmo. La Iglesia, con vocación universal desde su fundación, jamás ha sido racista. Los prejuicios, sin base teológica, que se alojaron en cristianos de distintas confesiones, no fueron la causa de los conflictos, pero pudieron servir al poder para atreverse a encender la chispa.

Que la Iglesia está a favor de los derechos humanos ya lo reconoció Einstein, judío y alemán: «Sólo la Iglesia, entre todos», se refería a las universidades, a la prensa, a los escritores..., «se pronunció claramente contra la campaña hitleriana que suprimía la libertad. Hasta entonces yo no había mostrado interés particular por la Iglesia, pero desde aquel
momento comencé a sentir afecto y admiración por ella a causa de su valentía. Era la única institución que había mostrado firmeza y audacia en defensa de la
verdad intelectual y de la libertad moral». (Einstein en The Tablet de Londres).