Los gritos y el susurro

Autor: Padre José Alcázar Godoy

Sitio Web del Padre

 

 

Estoy inquieto y sufro recordando a mi maestro, porque cuando me iniciaba en los misterios arcanos, él solía gritarme.

- “¿Por qué me gritas cuando solo busco hacer el bien?”, le pregunté una vez. “Yo estoy a tu lado y puedo escuchar el timbre más tenue de tu voz”, añadí.

Pero el maestro no me respondió. Me gritaba por algo que hice mal. Entonces me retiré a la celda entristecido, pensando que no habitaba en mi auténtico hogar. Cuando me dormí, el Sueño me dijo:

- “El maestro te ha gritado porque su corazón está muy lejos del tuyo. Para cubrir esa distancia debe gritar, pues piensa que solo así le escucharás”.

Un tiempo después, el maestro volvió a gritarme.

- “¿Por qué me gritas cuando soy un mero aprendiz que se equivoca?”, volví a preguntarle. Aquella noche me desvelé y no pude

dormir. Mas cuando el Sueño me envolvió, volví a escuchar:

- “El maestro te ha gritado porque su corazón no te quiere; eres un extraño en su extraña tierra”.

Cuando pasados los años abandoné al maestro y me acerqué a la persona que yo amaba, puse mis labios en su oído, para que su corazón recibiera mi calor, y susurré:

- “¿Sabes una cosa? ¡Te quiero!”.

Descansando en mi estancia , el Sueño me habló nuevamente:

- “Los enamorados viven muy cerca uno del otro, aunque los separen grandes distancias, por eso se hablan suavemente, tanto más cuanto más unidos están sus corazones; su mirada es en el espacio mensajera de un intenso amor”.