El Arca de Noé

Autor: Padre José Alcázar Godoy

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Noé tuvo prisa en conocer la extensión de la catástrofe. Tomó sus dos mejores palomas: la oscura de los hombres y la blanca paloma de Dios.

Y las soltó fuera del arca con el mandato de que explorasen los horizontes y las más cercanas manifestaciones de vida. Las dos palomas partieron ejercitándose en el vuelo bajo un cálido azul.

A los pocos días, volvió la oscura paloma de los hombres con un ramillete de espinos; también retornó la paloma de Dios con el manantial de la vida derramándosele en el pico.

Y Noé estuvo convencido de que la Verdad estaba cerca, pero dudó de que la humanidad fuese capaz de reconocerla.