Oración al Santo Padre

Autor: Isabel Conde Ramirez 

 

                                 

Mi corazón estaba desierto.

De caminar solo harto estaba.

De vivir apenas muerto

Y de morir si no rezaba.

 

Mi corazón yacía en un sendero

Que hastío en soledad vagaba.

Mi corazón yermo de vida huía

De tu mirada de amor alada.

 

Juan Pablo II, tu nombre indica,

Tu estampa vejez que propicia dicha y sabiduría,

Tus pies tropiezan en piedras esquivas

Para llegar a mi piedra rodada.

 

Padre te llaman algunos,

De santo no pocos te claman,

Apóstol de Cristo tú eres,

De la Virgen María semblanza.

 

Para esta pequeña altiva,

Que reconoce la miés ya trillada,

Eres ya un corazón que palpita

Y junto al mío bendice alabanza.

 

!Alma mía guarda a su alma,!

!Pena mía socorre la suya!,

Pies heridos caminen ligeros

En mis pies de pequeña cautiva.

 

Cautiva de un sueño que se hace esperanza.

De la espera que tornose un sueño:

El de verse encendida la antorcha

De Juan Pablo II, padre nuestro.

 

Dios bendiga a nuestro Santo Padre,

La Virgen y los Santos nos lo bendigan,

Lo guarde mi Dios en su cielo,

Si alguna vez nos lo reclama.