Himno de Corpus

Autor: Padre Horacio Bojorge 



¡Oh cuánto amor! 
¡qué grande amor
prepara este banquete
de las fiestas de bodas del Cordero
donde el más pequeñito es el más grande,
donde el último siempre es el primero.

Hazme pequeño, y úngeme Señor
para el banquete de tu amor divino.
Derrama en mi cabeza tu perfume 
y vísteme de lino.

Con el Aceite santo de tu amor
perfumas al mendigo
y lo consagras como a tu invitado.
Del siervo haces amigo.

¡Oh cuánto amor!

¡Cuánto amor me tenías
y yo no lo sabía!

En esta fiesta alegre de tu amor
colmada está mi copa
En esta santa fiesta, en este día
mi alma... de amor desborda,
desborda de tu amor el alma mía.

Embriagada de gozo con tu vino
quiero ofrecerte un sorbo de este gozo
que me escancia tu mano, dulce Esposo,
Ven a beber de mí tu amor divino.

¡Cuánto tiempo sentado junto al pozo
me pedías de beber y no te daba
porque no sabía amar, 
y no te amaba!

Mi alma también tenía
eterna sed de ti y no lo sabía.

Hasta que tu fatiga 
se encontró con la mía junto al pozo.
Tu sed con la sed mía.

Tú Dios-Amor, 
Dios pordiosero
pordiosero de amor, amas primero.

Yo andaba pordiosero en mis caminos
Tú me entraste en la sala del banquete
Tú lavaste mis pies de peregrino
(¡Dios postrado a sus pies ¿quién lo merece?!)
y te me diste en pan y en dulce vino.

Y aunque tu amor fue tanto, 
más es lo que promete
más es lo que prepara... 
y es más lo que adivino.

¡Oh cuánto amor!