JESUS MARTI BALLESTER       

 

 

                                                           MANUAL                                                 

                                                   DE  

                                                                 AMOR Y CRUZ

  

Con licencia eclesiástica.  

ORACIÓN MATUTINA

 

Señal de la Cruz.

Oh Señor Dios nuestro Omnipotente.

Sin Ti nada podemos, levántanos, Señor.

HIMNO  

Al salir el astro rey

a iluminar otro día,

Dios de luz, Sumo Poder,

pureza te pedimos y alegría.

 

En nuestro quehacer

con freno  nuestras lenguas guía,

impide que la discordia nos haga padecer

y libra nuestros ojos de vanidad y tontería.

 

Que la nitidez del corazón te dé placer,

haznos humildes como nuestra Madre Maria

y mortificados en el comer y beber

para gozar tus místicas delicias.

 

Y cuando el sol se venga a adormecer,

mortificado e! cuerpo y non el alma limpia,

podamos cantarte, Oh Rey,

Gloria, honor y vida.

 

Al Padre, Dios de poder,

a Jesús, huella Divina

y al Espíritu Ardiente querer

de los dos, gloria infinita,

Amén.

 

 

ANHELOS

 

Dios Uno y Trino, Tú eres soberana Belleza.

Tenemos hambre de belleza.  

Dios Uno y Trino, Tú eres ardiente Amor. Tene­mos ansias de Amor.  

Dios Uno y Trino. Tú eres bondad infinita. Tenemos anhelos de Bondad.  

Dios Uno y Trino, Tú eres la Verdad. Tenemos hambre de Verdad.  

Dios Uno y Trino, Tú eres Santidad impoluta. Tenemos sed de Santidad.  

Dios Uno y Trino. Tu eres Justicia, Paz, Luz, Ri­queza, Salud, Sabiduría, Poder, Gozo, Grandeza. Tú eres todo lo mejor, Tú tienes en Ti la suma de todas las perfecciones.. Nosotros somos pobres e insignificantes criaturas que Tú amas; danos con esplendidez:  

Saciar nuestra hambre de belleza,

Llenar nuestras ansias de amor.

Satisfacer nuestros anhelos de bondad.

Apagar nuestra sed de santidad.

 

Permítenos importunarte Señor, Dios Rico, y pedirte: Justicia, Paz, Luz, Riqueza Eterna, Salud de alma y cuerpo, Sabiduría celestial y ciencia huma­na, Poder ante tu Trono, Gozo, Grandeza de San­tidad.

Y concédenoslo como Tú puedes y sabes y quieres,  que es a lo Dios, por la mirada intcrcesora de tu Madre y nuestra Madre Maria, Lirio virginal, Alegria y Esperanza nuestra.

Amén.  

 

OFERTORIO

 

Jesús madrugador en Nazaret. Cafarnaúm y Betania, hemos madrugado como Tú y ya de buena mañana le ofrecemos a tu Padre y nuestro Padre, el dardo de oro de nuestra intención, do ser hoy en todo pequeños cristos que multipliquen tu pre­sencia aqui en la tierra. Quieras, Jesús condescen­diente. que antes de llegar al Padre el dardo. pase por la carne crucificada y abrasada de tu Corazón llameante y por el dulcísimo de la Madre. La pureza de los dos corazones gemelos abrillante el valor da la ofrenda para mayor gloria de la Trinidad, fecundidad máxima de las intenciones de nuestra victimación, eficacia de nuestra colaboración en la edificación de tu Cuerpo Místico, que es la Iglesia, y más ardida santificación de nuestras vidas.

Divino Apóstol, elocuente y sugestivo predica­dor, delicioso poeta de una patria sin dolor, sepa­mos nosotros practicar y enseñar tu evangelio con la frescura de la vida vivida.

Nuestro más ardoroso deseo es que lo que ha­gamos, omitamos y pensemos hoy, sea tan valioso y puro que con poco tongamos bastante para darte la gloria que los malos te roban, y los tibios te dan a medias, y para consolar tu Corazón Divino, que no tiene donde reclinar su Cabeza. Seamos hoy tus Cirineos manchados de sangre, tus Verónicas que limpien tu Faz adorable veciendo obstácu!os cualesquiera, tus trabajadores silenciosos y abne­gados que con el sudor de su frente, te coronen con perlas de almas por la eternidad.

Amén.  

 

DOS MINUTOS CON LA SANTÍSIMA VIRGEN  

Madre mia, te encomendamos los trabajos todos de la Obra en este dia, el cuidado de nuestras almas y el desarrollo progresivo de tu Jesús en to­dos y en cada uno de los que formamos nuestra amada familia.

Ruega por los sacerdotes, defiende a la Santa Iglesia, Tú, Madre de la Iglesia.

Ruega y asiste al Vicario de tu Hijo en la tierra.

Envíanos almas escogidas que agranden nues­tra familia de Amor y Cruz.

Da luz a los que estudian, destreza a las manos que trabajan, fortaleza a los que sufren la tentación, consuelo a los que están atribulados, paz y caridad y amor grande a la virtud del trabajo.

Danos orden, Madre nuestra.

Te llamaremos muchas veces hoy; siempre que tengamos dificultades invocaremos a la Madre.

Porque eres NUESTRA MADRE.  

 

A LA VIRGEN  

Niña, Adolescente, Madre,

Candor, Pureza, Ternura,

Calificativos que te cuadren

¿los hallo? ¡No! ¡Pura!. ¡Pura!

 

Niña… Jugabas, rezabas, reías,

no tenías celos ni hiel,

siempre obedecías,                                                            

eras buena, humilde, fiel.

 

Adolescente... Callabas, pensabas, hacías

la ofrenda de toda Tú

a tu Dios. Toda capullo te abrías,

virginidad, Amor y Cruz.

 

Madre… Tus primeros besos al Niño

no tienen precio.

El de tu Cruz que es tu Amor,

Siempre, siempre satisfecho.

 

Niña... .Tu hijos te piden

Piedad, candor, sencillez,

obediencia: virtudes que redimen.

Desnúdanos de doblez.

 

Adolescente... Lirio arrobador

de tu virginidad no copiada,

conserva intacto el fulgor

de la nuestra a Ti confiada.

 

Madre... Muestra que eres Madre

de nuestra Obra,

Madre de nuestro Padre,

siempre ¡Madre. Madre!  

 

ORACIÓN VESPERTINA  

Por la señal…

Fuente Divina de Luz.

Disipa las tinieblas del error.  

 

HIMNO  

Al terminar la jornada

a Ti que creaste el mundo

y todo de la nada,

pedímoste que nos seas,

Jefe, Camino y Guarda.

 

Váyanse los malos sueños

y las pesadillas, y las mañas

de nuestro enemigo poderoso

detén, refrena y acaba.

 

Concédenoslo, ¡Oh Padre!

Vence al enemigo.

Concédenoslo, Eterno Hijo.

Ata fuerte al demonio.

Concédenoslo, Espiritu Divino,

defiéndenos del maligno.

Amén.

 

ORACION

 

Nos has dado un día más, Jesús, para amarte. Te lo agradecemos profundamente. Hemos queri­do amarte en cada hora, en cada minuto y en cada segundo de este día. Queremos seguirte amando en estos minutos que nos quedan de vigilia, y que­remos también que nuestro corazón siga amándote durante el sueño. Tú te lo arreglarás para que podamos descansar y sin embargo velemos, ore­mos y amemos, como lo hacía nuestra común Ma­dre la Virgen, toda llena de Amor y sellada con la Cruz.

Y, si mañana quieres que aún vivamos aquí con esta vida terrena, haz que al despertar, empece­mos de nuevo entonando el mismo cantar de amor. EI mismo pero más afinado. El mismo pero más profundo y hondo.

Te hemos orado cuando trabájabamos y cuando buscábamos almas. Cuando sufríamos y cuando teníamos sed de Tí.

Queremos amarte, amarte cada día más. No que­remos esta vida para otra cosa más que para amar­te. Jesús Divino, Crucificado abandonado, Esposo incomparable. Para eso sólo queremos la vida: Pa­ra amarte y hacerte amar, para despertar en las almas olvidadas de lo que te deben, la chispa de ese amor, a fin de que crezca y se convierta en un incendio devorador e inextinguible. Hasta que lleguemos a conseguir tu abrazo infinito, en el que te amemos con el mismo amor con que Tú nos amas, con el mismo amor que Tú nos des, Horno Rusiente de Amor.

Amén.  

 

 

SUPLICA A SANTA TERESITA

 

Pequeña Víctima de Amor, haz que esta familia Tuya viva como tú viviste, sufra con el amor con que tú sufriste, ame como tú amaste, ore como tú oraste, obedez­ca como tú obedeciste, muera de amor, como tú moriste, influya en el mundo como tú influyes.

Exclusiva azucena de Jesús, alcánzanos de tu Esposo la gracia de que veamos crecer nuestra familia espiritual.

No ignoras lo difícil que se hace hoy a la juvent­ud abrazar una vida tan espiritual y divina como la que tú viviste, que es la que nuestra familia quiere también vivir. Tu vigilancia y protección han de ser mayores y tu afán, perdónanos, multi­plicados; interés de suscitar vocaciones al Amor, cuidado de que no decaigan en el sacrificio, siem­bra creciente y abundante de tus rosas en los ca­minos de las almas.

Pon en nuestro camino almas para que les po­damos hablar de tí, y les podamos hacer conscientes de lo mucho que tú las amas y del interés que tienes para que sigan tus pasos por tu ca­minito.

   Pequeña Teresa, amiga la mejor de nuestras almas, no nos dejes ni un segundo. Vela por nos­otros. Aconséjanos, sugiérenos, fortálecenos, aliéntanos, corrígenos, alívianos en la pelea, danos la victoria, la santidad, la paz.

   

LETANÍAS POR LA OBRA  

Jesús Amado, óyenos.

Jesús Amado, vamos a pedirte con audacia.

 

Jesús Amado, realiza nuestro deseo.

Jesús poderoso, haz pronto lo que te vamos a pedir.

 

Que nuestra Obra sea de tu agrado.

Para que en ella sestees sin tristeza.

 

Que vengan a Amor y Cruz muchos jóvenes.

Renunciando a los amores dc la tierra.

 

Danos la gloria de que nuestra Obra

lleve por todo el mundo tu Nombre y tu Amor.

Para que nuestra sed de almas sc satistaga.

 

Que perseveremos todos los de lo Obra.

Hasta el fin, hasta el fin, hasta el fin.

 

Que Amor y Cruz crezca sin cesar.

Por todos los lugares de la tierra.

 

Que vuestros Obispos aprueben, bendigan y quie­ran la Obra

Para que no se detenga al misterio de tu Amor,

 

Enseña a orar o nuestros hermanos.

Con confianza,. con amor, con eficacia

 

Que Amor y Cruz sea una viña siempre en flor

que esparza su olor en tu Iglesia Santa.

Según los deseos ardientes de nuestro Padre.

 

Que nuestro Padre nos comprenda a todos,

nos ayude y nos conforte o todos.

Dale santidad excelsa, sabiduría celestial,

ciencia eximia, prudencia y don de consejo,

ojo clínico en los problemas, mística clarividencia,

corazón de ángel, imán para las almas

y poder para transformarlas non celeridad.

 

Haz brotar sacerdotes de Amor y Cruz.

Que extiendan la Obra con su apostolado.

 

Haz brotar muchas azucenas blancas

de vocaciones en Honduras.

Para que extienden la Obra por el mundo entero.

 

Que nuestros hermanos huelan siempre a jardines

de pureza siempre en flor.

Haz puro nuestro mirar, puro nuestro pensar,

puro nuestro andar, puro nuestro vestir,

puro nuestro hablar, nuestro sentir y nuestro querer.

 

Jesús ordenado, aseado, fino, modesto, servicial,

trabajador, puntual, educado y cortés.

Corrige nuestros defectos

y haznos semejantes a Ti en todo.

 

Jesús sangrante en la Cruz,

con los ojos nublados por el llanto más doloroso

que se ha llorado jamás en la tierra.

Robustece con tu fuerza nuestra Obra

para que no huya de la Cruz,

sino que la estime mucho.

 

Que nuestros hermanos sean intrépidos y valerosos

y quieran y deseen el crecimiento de tu Amor.

 

Que logremos todos la gracia inefable de morir amor.

Para nuestro morir sea espectáculo bello y precioso a tus ojos

como de rosas caídas en la

Rosa de Fuego de tu Corazón..                                       

 

EXAMEN  

Luz Dichosísima del Padre y del Hijo, llena las intimidades de nuestro corazón para que descubra­mos los brotes de maldad que en el día de hoy os han disgustado. Y que sintiendo rectamente de Vos y de nosotros gocemos del consuelo de arrepentirnos, de pedir perdón y de recibirlo.  

¿He hecho actos de amor siempre que he podido y todos los que he podido?, ¿en el trabajo manual, en mis idas y venidas, en la oración y en los ratos de espera?  

¿He hecho toda la oración que debo?  

¿Estoy persuadido de que la oración es lo más fundamental en mi vida, de que sin la oración no haré nada, no creceré, perderé lo que tengo, no podré permanecer alegre en mi estado de víctima, no rendiré fruto para Jesús?  

¿He leído hoy? ¿Soy constante en la lectura? ¿He tomado nota de lo leído?  

¿He guardado el silencio con fidelidad amorosa?  

¿Llevo mi diario espiritual en el que escribo mis reflexiones y mis ideas y que me ayude para orar?  

¿Obedezco con espíritu sobrenatural?  

¿Mi corazón es todo de Jesús y sólo de Jesús?  

¿Soy puro en pensamientos, en afectos, en deseos, en miradas y en recuerdos? ¿Corto en seguida el mal?  

¿Respira todo mi porte luz angelical?  

¿Habrán visto en mi a la Virgen quienes me han tratado?  

¿Mi sufrir ha sido para Jesús?  

¿He sonreído al sufrimiento?  

¿Amo la humillación y la busco?  

¿Mi persona está siempre en estado de hostia?  

¿Caridad con mis hermanos? ¿Los quiero más que a mi misma?  

¿Mi conversación es mundana o edificante?, ¿interrumpo, sé escuchar?  

¿Vivo olvidado de mi?  

¿Amo a la Iglesia? ¿Deseo que crezca la Iglesia?  

¿Soy sincera con mi Padre? ¿Le abro totalmente mi alma?  

¿Soy agradecido y educado?  

¿Atiendo con esmero a la limpieza y finura de mi persona y modales?  

¿Hay orden en mi vida y en mis cosas?  

¿Trabajo lo que puedo con perseverancia y constancia?  

¿Soy paciente?  

¿Domino el desorden de mi carácter?  

¿He sido terco en mi criterio?  

¿ Hago la penitencia que debo?

¿Hay en mi alma algo que no me deja adelantar en el amor lo que  Jesús quiere?  

Jesús, Tú eres mi Modelo y mi Maestro, ayúdame a querer imitarte y a dolerme de los pasos en falso que hoy he dado. ¡Señor!, todos los días tro­piezo y caigo fácilmente, que no me desaliente nunca, que confíe siempre en Ti, que me parezca cada dia más a Ti. Que mañana comience el día con más fidelidad y lo termine non menos faltas que hoy. Tú que lo sabes todo, conoces que te amo. Gracias por tu perdón. Hechas las paces contigo, tu hermano va a descansar contento. Sin tu paz, sin tu sonrisa, sin tu beso, no podria dormir.

 

Amén.