Discurso sobre la Suma Teológica de Santo Tomas de Aquino

La Providencia de Dios

Autor: Padre Jesús Martí Ballester

Sitio Web del Padre

 

 

Santo Tomás ha estudiado en Dios el amor, la justicia, la misericordia, virtudes que conducen al fin de su gloria. También ha reflexionado las que conducen a los medios para conseguir ese fin, que se resumen en la prudencia, cuya parte principal es la providencia, que consiste en la disposición, la ordenación y la eficacia de los medios para conseguir el fin, natural o sobrenatural. Por la providencia natural Dios perfecciona su obra creadora del universo; por la sobrenatural, nos proporciona los medios para restaurar a las personas y las cosas en Cristo.

La palabra providencia equivale, pues, a tener cuidado de las cosas. Cuidado o providencia de Dios sobre las cosas, que es ejercido por El con esmero singular y delicadeza especial, cuando se trata de los hombres.

LA PROVIDENCIA EN LA SAGRADA ESCRITURA  

Deleita leer en el Antiguo testamento, que: "La sabiduría siendo una sola, todo lo puede; sin cambiar en nada, renueva el universo, y entrando en las almas buenas de cada generación, va haciendo amigos de Dios y profetas" (Sb 7.27). "Todo lo tenías predispuesto con peso, número y medida" (lb 11,20). "Fuera de ti, no hay otro Dios al cuidado de todos, ante Quien tengas Que justificar tu sentencia" (lb 12,13). ”Tañed la cítara para nuestro Dios: que cubre el cielo de nubes, preparando la lluvia para la tierra, que hace brotar hierba en los montes; que da su aIimento al ganado y a las crías de cuervo que graznan" (SaI 147,8) "¿Quién provee al cuervo de sustento cuando chillan sus pollitos alocados por el hambre?" (lb 38,41). "La Sabiduría alcanza con vigor de extremo a extremo y gobierna el universo con acierto" (Sb 8,1). "Y ¿cómo subsistirían las cosas si tu no las hubieses querido? ¿Cómo conservarían su existencia si tú no las hubieses llamado? (Sb 11,5). El Salmo 103, que conviene completo y contemplarlo, canta la Providencia de Dios y nos llena de consuelo. Todos los textos anteriores se refieren a la providencia universal.  

PROVIDENCIA ESPECIAL CON LAS CRIATURAS HUMANAS  

En cuanto a la providencia especial sobre los hombres, los siguientes textos revelados, nos garantizan la providencia singular de Dios: "El corazón del rey es una acequia en manos de Dios; la dirige a donde quiere. Al hombre le parece siempre recto su camino, pero es Dios quien pesa los corazones" (Prov 21,1). “A los poderosos les aguarda un control riguroso. Os lo digo a vosotros, soberanos, a ver si aprendéis a ser sabios y no pecáis" (Ib 6.8). "Como está el barro en manos del alfarero, que lo maneja a su voluntad, así está el hombre en manos de su Hacedor, que le asigna un puesto en su presencia" (Eclo 33,13). "Tú hiciste aquello y lo de antes y lo de después. Tú proyectas el presente y el futuro, lo que tú quieres sucede; tus proyectos se presentan y dicen: 'aquí estamos'. Pues todos tus caminos están preparados, y tus designios, previstos de antemano" (Jdt 9,5). "Porque los ojos de Dios miran las sendas del hombre y vigilan todos sus pasos; no hay tinieblas ni sombras donde puedan esconderse los malhechores. Tritura a los poderosos sin tener que indagar, y en su lugar nombra a otros: en una noche los trastorna y destroza, porque conoce sus acciones" (Jb 21,25).­

LA PROVIDENCIA RESPLANDECE EN EL EVANGELIO.  

"Nos ha dicho Jesús: "¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo caerá al suelo, sin que lo disponga vuestro Padre. Pues de vosotros, hasta los pelos de la cabeza están contados: Conque no tengáis miedo, que vosotros valéis más que todos los gorriones juntos" (Mt 10,29). "Fijaos en los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan; y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellos? Y ¿quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? Dios se cuida del mundo con mayor solicitud que los padres de la salud, de los estudios, de la educación de sus hijos. Con diligencia superior a la de los gobernantes de los pueblos que, a veces los llevan a la ruina; con la sabiduría y responsabilidad del capitán de un barco, que en medio de la borrasca tempestuosa, mantiene tranquilo a su hijo pequeño, que sabe que su padre es el que conduce, el que lleva el timón del barco. Y si la conducción de un barco, de un tren, de un avión, suponen tanta investigación, tanto detalle de preparación, observaciones y control de las circunstancias y de los obstáculos que pueden dificultar o estrellar el viaje, ¿cómo puede el viaje largo y complicado del universo y de cada hombre, quedar fuera del control del Creador y Padre, que buscando su gloria porque es Dios, busca y consigue el bien de todos, aunque no comprendamos sus medidas, ni sus decisiones que permanecen ocultas a nuestra miopía? Y porque, cuando contrarían nuestros apetitos y decisiones, no nos parecen ni buenas ni acertadas. Admirado Hernán Cortes ante la experiencia de la Providencia de Dios en sus avatares, arenga con las siguientes palabras a sus hombres preparándolos para la conquista de México: "Cuando considero cómo nos hemos juntado, cuántos estorbos y persecuciones dejamos atrás y cómo se nos han deshecho nuestras dificultades, conozco la mano de Dios en esta obra que emprendemos, y entiendo que, en su altísima Providencia, es lo mismo favorecer los comienzos que favorecer los sucesos"­.  

LA PROVIDENCIA SIMBOLIZADA EN LA PALEOGRAFIA  

Los monumentos paleocristianos representan a la Providencia de Dios en la imagen de una Mano Grande que aparece por entre nubes misteriosas mientras toca la tierra. Dios permanece oculto, pero su Mano Providente, su Mano blanda, como la cantará san Juan de la Cruz, dirige y acaricia el universo. El hombre no entiende lo que hace la Providencia de Dios, ni sabe el porqué de sus ordenamientos. Tampoco lo sabe el que entra en una central atómica y desconoce su funcionamiento; el que ignora la informática y es incapaz de discernir los secretos de aquella ciencia. El técnico sabio los conoce y los maneja. Como el compositor de música que ha desentrañado el secreto de la armonía, sabe concertar las notas y distribuir la duración de los sonidos. Los hombres vemos los hilos desconcertados

y  mal tejidos y los colores absurdos del revés en la inmensa alfombra del universo, pero Dios que la está tejiendo, maneja su trama y su urdimbre con perfección maravillosa, que un día admiraremos. Los ojos de los hombres son muy débiles para alcanzar los fines de la Providencia. Las obras de Dios son inescrutables. ¿Era capaz Abraham, de comprender los caminos por los que era a veces cruelmente conducido? ¿Lo eran José y sus hermanos que le envidiaban y odiaban, cuando lo vendieron y lo deportaron a Egipto? ¿O Tobías, cuando "el caprichito" de las golondrinas dejó ciegos sus ojos? ¿Acaso lo eran Job, Ester, Judit? Todo salió bien. Todo terminó bien. Todo condujo a su bien y al nuestro. Sólo después Tobías, casado su hijo y recobrada la vista, cantó: "Señor, tú no te deleitas en nuestra perdición; después de la tempestad das la bonanza, y después de las lágrimas la alegría" (13,2).  

MAGISTERIO DE LA IGLESIA  

"Recibe cuanto te acontece como cosa buena sabiendo que nada acontece sin Dios", dice la Didajé, 8,10. Que Dios tiene providencia de todas las cosas es también doctrina de la Iglesia, definida en el Vaticano I: “Todas las cosas que Dios ha creado las protege y gobierna con su Providencia, que se extiende de un confín a otro con fortaleza y lo dispone todo con suavidad, porque todo está patente a sus ojos, aun las acciones futuras de las criaturas libres". Y la lex orandi nos invita a rezar: "Oh Dios, cuya Providencia nunca se equivoca en sus disposiciones".­  

RAZON TEOLOGICA  

La razón teológica desarrollada por santo Tomás se resume en que Dios intenta en la creación, natural y sobrenatural, conseguir al fin de su gloria, y la armonía de los mundos dirigidos a ese mismo fin, utilizando poderosamente los medios necesarios para ello, y la razón del orden de las cosas dirigidas a sus propios fines se llama Providencia. No porque su bondad experimente por ello ningún aumento, sino para que la semejanza de su belleza se refleje en sus criaturas y siguiendo a Aristóteles, escribe: Se llama prudente a un hombre, cuando sabe ordenar sus actos al fin de su propia vida, o al de la comunidad, si está constituido para gobernarla, y añade, cristianizando al Estagirita, las palabras del evangelio: "como el siervo prudente a quien el Señor constituyó sobre su familia" (Mt 24, 25).

La providencia de Dios es la razón del orden de las cosas a sus fines. Y por esto dice Boecio que "providencia es la misma razón divina asentada en el príncipe supremo de todas las cosas, que lo dispone todo",

Concluimos: Dios tiene cuidado y providencia de todas las cosas creadas, incuso de las más pequeñas, pues, como escribirá santa Teresa, "Su Majestad tiene cuidado de proveer de alimento hasta al más mínimo animalico".  

CONFIAR EN DIOS EN LA OSCURIDAD DE LA NOCHE.  

Varios Estados conspiran para destruir la Compañía de Jesús. Siglo XVIII. Actores: Choiseul, Ministro de Luis XV de Francia; Marqués de Pombal, Ministro de Asuntos Exteriores de Portugal y el Conde da Aranda, Primer Ministro de España con Carlos IV. El Papa Clemente XIV, cediendo a sus fuertes presiones, presenta la Compañía de Jesús a los Jefes de Estado de Europa, con las palabras de Pilato: "Ecce Horno". Dice el Rey de Portugal "Crucifícalo". El de España: "Es reo de muerte". El de Francia: “Vosotros lo habéis dicho". El rey de Nápoles y el Duque de Parma: "Debe morir, según la ley". La reina de Hungría: "¿Qué mal ha hecho?".  El rey de Cerdeña: "Soy inocente de la sangre de este justo". La emperatriz de Rusia: "No conozco a ese hombre". El General de los Jesuitas: "Al tercer día resucitaré". La Compañía de Jesús fue extinguida, pero el Papa Pío VII en 1814, la restableció.