Lanza tu cuidado
Autor: Padre Jesús Martí Ballester
Manojito de sarmientos,
tu cuidado olvídalo.
Ya no puedes nada,
te inquietas y te debates
entre brumas de cábalas
-si - no - si - parece que
bien - mal- quizá - pero...
dudas, flor sin abrir...
espinas punzantes. . .
¡Oh, Señor, mi cuidado!...
Mi quietud no alcanzo...
Laceran más las espinas...
Cambio de posición...
Siguen mordiendo,
fierecillas en manada,
que acorralan
mi pobre corazón.
Lanzo un grito
puntiagudo de dolor
y de desesperada confianza:
¡Dios del Hágase!
El tomillo de mi ser
cuenta sus moneditas
una - dos - tres
¡Hágase, Hágase, Hágase!
Tu gran voluntad podrá,
Frondoso Cedro oloroso.
Mi cuidado en sus ramas
dejo ya...
Lo saqué del endeble tomillo
y me quedé sosegado y dichoso.