El himalaya y el guijarro

Autor: Padre Jesús Martí Ballester

Sitio Web del Padre

 

 

 

Tú eres el Himalaya,

yo soy el guijarro,

Que siendo gusano

me he levantado

como atalaya.

 

Tú eres el Fuego,

Que quemas, calientas,

Acoges, alientas

Sin cansarte nunca

De mis zapatiestas.

 

Yo, que soy el frío

Cálculo rabínico

Racional y exacto

Que enfrío y marchito

La flor entreabierta

 

De la amistad nueva,

que se cierra

Tal vez para siempre

en su caracola,

enrojezco de pena

 

Mirando Sencilla

a tu Madre, comprensiva,

maternal y humilde

buscando evitar a los esposos

la humillación de Caná

 

Y viendo que en mi huerto

Aún no ha nacido

Ni un solo ramo de lilas

Evitando abochornar

con exquisita caridad

 

Madre humildísima,

Rocío fecundo en los ciruelos,

Y en el campo de olivares

Que despiertan con la lluvia

De tus mansos ojos bellos;

 

Riégame de mansedumbre

Y apaga la amarga hiel

Que vierto en la sociedad

Cegando a los generosos

Que saben dar sin contar.

 

Que los naranjos y las uvas,

los granados, y las rosas,

los manzanos, los ciruelos

y los geranios florezcan

con el rocío de mi amabilidad.