Domingo XXVI Tiempo Ordinario, Ciclo C

Necesidad de la solidaridad humana

Autor: Padre Jesús Martí Ballester

Sitio Web del Padre

 

1. Tiempos los que vivimos de guerra de terror, llamada ya  cuarta guerra mundial en que se ve actual y apropiada la lectura de las Lamentaciones de Jeremías: “¡Qué solitaria está la ciudad populosa! Se ha quedado viuda la primera de las naciones; la princesa de las provincias, en trabajos forzados. Pasa la noche llorando, le corren las lágrimas por las mejillas. Los que perseguían a Judá le dieron alcance y la cercaron. Los caminos de Sión están de luto, sus puertas están en ruinas, gimen sus sacerdotes, sus doncellas están desoladas, y ella misma llena de amargura. Sus enemigos la han vencido, han triunfado sus adversarios. La ciudad de Sión ha perdido toda su hermosura; sus nobles, como ciervos que no encuentran pasto, caminaban desfallecidos, empujados por la espalda. Jerusalén recuerda los días tristes y turbulentos, cuando caía su pueblo en manos enemigas y al verla, sus enemigos se reían de su desgracia. Los que antes honraban a Jerusalén, la desprecian viéndola desnuda, y ella entre gemidos se vuelve de espaldas. Lleva su impureza en la falda, sin pensar en el futuro. Qué caída tan terrible! no hay quien la consuele. «Mira, Señor, mi aflicción y el triunfo de mi enemigo». El enemigo ha echado mano a todos sus tesoros. Todo el pueblo, entre gemidos, anda buscando pan; ofrecían sus tesoros para comer y recobrar las fuerzas. «Mira, Señor, fíjate cómo estoy envilecida. -Vosotros, los que pasáis por el camino, mirad, fijaos: ¿Hay dolor como mi dolor? ¡Cómo me han maltratado!» Desde el cielo han lanzado un fuego que se me ha metido en los huesos; han tendido una red a mis pasos y me han hecho retroceder, me han dejado consternada y sufriendo todo el día. » Por eso estoy llorando, mis ojos se deshacen en agua; no tengo cerca quien me consuele, quien me reanime; mis hijos están consternados ante la victoria del enemigo». -Sión extiende las manos, pero nadie la consuela. Pueblos todos, escuchad y mirad mis heridas.» Mis sacerdotes y ancianos murieron en la ciudad, mientras buscaban alimento para recobrar las fuerzas.» Mira, Señor, mis angustias y la amargura de mis entrañas; se me revuelve dentro el corazón de tanta amargura; en la calle me deja sin hijos la espada; en casa, la muerte.
 
  2. ORACION ANTE LA GUERRA
 Cuando los Apóstoles le dijeron a Jesús: "Enséñanos a orar ": "Así oraréis": "Padre Nuestro que estás en el cielo". Aceptando amorosamente su mandato salvador, decimos confiadamente: Padre nuestro, que ves lo que nos está ocurriendo, que conoces nuestra ceguera y te duele, que nos has concedido el gran regalo de nuestra libertad con la cual podemos pisotear tus leyes haciendo nuestra voluntad y no la tuya, y la toleras porque nos amas; porque nos amas, concédenos la paz que el mundo necesita, que necesitamos, que deseamos, pero que retardamos por no aceptar con generosidad tu Reino, por la mirada suplicante de María, la Madre de tu Hijo y Madre de todos, por los méritos de todas las almas santas que te ven y te glorifican en el cielo, por la oración de todos los fieles que te sirven en el mundo, danos la paz, en esta hora crucial y dramática, líbranos del mal de la guerra por las llagas de tu Hijo Jesús, Salvador y Hermano nuestro. Concede la paz del cielo a las víctimas inocentes sepultadas y consuela a todos los afligidos y abatidos por todas las  catástrofes, provocadas por los pecados de nuestra sociedad e ilumina con la luz de tu Espíritu Santo a los gobernantes para que acierten en sus decisiones. Amén. 

3 Ven Espíritu, Señor y Creador de vida. Tú eres la vida y creas la vida. Toda vida. La vida vegetal, la animal, la racional, angélica y humana, y la Vida eterna. Tu, por la Sangre de Jesucristo, nos haces capaces a los hombres, de vivir la misma Vida tuya, la que posees con el Padre y el Hijo Unigénito de Dios. Tu nos has dado a los hombres la capacidad de crear vidas. El mal espíritu pelea contigo para arrebatarnos la vida y la Vida. Y sugiere a los hombres que maten vidas, que destruyan lo que la misma inteligencia humana ha creado. Si desde el comienzo de la creación el hombre siempre hubiera creado y nunca hubiera destruido, hoy nos asombraría lo que los hombres habrían logrado con la fuerza creadora tuya. Si, aún destruyendo tanto, pues el mundo ha sido la tela de Penélope, tejida y constantemente destejida, por tantas guerras y tanto odio, contemplamos tantas maravillas, ¡que grandeza de mundo gozaríamos hoy los humanos!

Ante las Torres Gemelas, ante la estación de Atocha y del Pozo del Tío Raimundo y ante la escuela de Chechenia, hoy convertidas en polvo y chatarra, me asombro y te pido, Espíritu Creador, que toda la humanidad se convierta en creadora de riqueza y de belleza, construya la paz con el corazón y descubra nuevos mundos de felicidad y de paz, de prosperidad y de gozo, de gracia y de Vida divina, con tu soplo creador. Amén.

 4. Vengamos ahora a los textos de la homilía: "Os acostáis en lechos de marfil, tumbados sobre las camas, coméis los carneros del rebaño y las terneras del establo, os ungís con los mejores perfumes, y no os doléis de los desastres de José" Amos 6,1; es decir, que a sus orgías dionisíacas y lascivas unen el abandono del pueblo de José. Amós denuncia a los poderosos, ciegos que no se dan cuenta de que conducen a su país a la catástrofe, malos pastores que explotan a su rebaño, sólo pensando en derrochar. ¿Habla el profeta de otra época o está anticipando nuestra historia?

5. "Había un hombre rico que se vestía de púrpura y banqueteaba espléndidamente"Lucas 16,19. Jesús no da nombre al rico, o mejor, su nombre es "rico", lo que posee. En realidad este hombre no existe. Es poseído, vivido por las riquezas. "Y un mendigo llamado Lázaro, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico, pero nadie se lo daba". Este pobre podría haber roto el caparazón egoísta del rico, si hubiera conseguido la comunicación de bienes. El rico no compartió, y ahora ya no se puede hacer nada. 

6. En Amós hay una amenaza: "Por eso irán al destierro. Se acabó la orgía de los disolutos".

7. En Lucas, la amenaza se ha cumplido: El rico va al infierno: "El Señor hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos... y trastorna el camino de los malvados"Salmo 145.

8. La suerte final del rico y la de Lázaro son opuestas: Lázaro está en el seno de Abraham, donde se cumplen las promesas. El rico está en el infierno, en medio de los tormentos. Encerrado en su interés, riqueza, codicia y ambición, cuando ha llegado a la luz de Dios, que es don de amor, se ha visto vacío, condenado, frustrado y fracasado. 

9. El final de un hombre que había elegido una forma de existencia contraria al misterio de Dios y de la vida, es la condenación. Se ha quedado sin la gracia de Dios que salva: "Hijo, le contestó Abraham, recuerda que recibiste tus bienes en vida". Su egoísmo había cerrado la puerta a Dios en el hermano Lázaro. Encerrado en sí mismo y en el disfrute de sus riquezas, era incapaz de salir al encuentro de amor hacia los otros. Ni siquiera había visto a Lázaro echado en su portal, cubierto de llagas y hambriento. 

10. El rico no ha recibido la vida como un don, sino como algo propio, y por eso no ha ofrecido su ayuda al pobre enfermo y hambriento, que estaba allí, a su puerta. El rico no le ha robado nada a Lázaro, pero no ha compartido con él lo que creía que era suyo propio. Lázaro, por el contrario, se salva, no porque era pobre y desgraciado, eso le ayudó, sino porque estaba abierto a Dios y había aceptado la fuerza de su amor y de su gracia. "Los ángeles lo llevaron al seno de Abraham". Los ángeles, los signos del amor de Dios, de su palabra y de sus influencias e inspiraciones buenas en nuestra vida.

11. La riqueza en sí misma no es pecado. El pecado está en lo que permite que los hombres mueran sin ser socorridos por sus propios hermanos. En la insolidaridad entre los hombres que consiente que unos derrochen, mientras otros se consumen de hambre y de miseria. No tienen sentimientos. El egoísmo, la avaricia, el orgullo, la vanidad mayúscula que permite que haya tan oceánica diferencia entre fortunas incontables y ostentaciones insoportables, a costa de fraudes, de corrupción, de crímenes y de sangre, mientras mil millones de personas humanas, hijos también de Dios, y más queridos por más desgraciados, se están muriendo de hambre porque no cuentan más que con un dólar para pasar un día, el que cuenta con él. Uno siente vergüenza, dolor y una tristeza infinita cuando contempla esta inmensa injusticia que clama al cielo y al que los poderes públicos no quieren ni piensan en afrontar, y no sólo eso, sino que en no pocas ocasiones viene originada por la pésima administración, y no por ignorancia, sino por calculada corrupción y perversa conciencia, que hace desconfiar a los mismos que pudieran tender la mano aaunque fuera con el óbolo de la viuda.

12. Según la OIT -Cerca del 56% do total de los empleos existentes en los centros urbanos de América Latina están en el sector informal, que no para de crecer,. De cada diez puestos de trabajo que surgen, sólo dos son absorbidas por el sector formal (trabajadores sin contrato, autónomos y tercerizados. (Folha de São Paulo 10.7.97) -Según el último Informe del Banco Mundial, más de mil millones de personas viven por debajo del umbral absoluto de pobreza, es decir, que sólo disponen de un dólar por día. La mayor parte de esos pobres se encuentran en el sur de Asia y en Africa Negra. -Existen 385 personas o familias en el mundo que, juntas, poseen una riqueza mayor que las 2.500 millones de personas más pobres del mundo, o sea, que el 45% de la población mundial. En EEUU, paradigma del modelo liberal, el 1% de la población posee más del 40% de toda la riqueza nacional, y esa desigualdad está creciendo. -Los niveles de la distribución del conocimiento son cuatro veces más desiguales que los que se dan en la riqueza en el mundo. (Peter Marchetti). -Si no actuamos ya, en los próximos años las desigualdades serán gigantescas y se convertirán en una bomba de relojería que estallará en la cara de nuestros hijos (James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial).

13. Estoy seguro de que si ahora pudiéramos dialogar sobre la situación de nuestro mundo, cada uno de vosotros encontraríais datos, hechos, realidades y noticias, que podrían ser denunciados hoy por el Profeta, y que tendrían una semejanza tal con la parábola, que la harían actualísima. Todos los que son o han sido algo en nuestro pueblo, o casi todos, parecen destinados a pasar por las manos de la justicia. Se les ha terminado la hora del poder y han caído o van a caer en manos de los jueces y de fiscales. Se denuncian nuevas corrupciones cada día, se roba al pueblo, ¿pero oímos que alguien restituya lo que se le la robado al pueblo?

14. "Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen". Para cambiar la situación en que viven sus hermanos, el rico epulón piensa que hace falta un milagro: que un muerto vaya a verlos. Crudo realismo de quien conoce la dinámica del dinero, que cierra el corazón humano a la evidencia de la palabra profética, al dolor y al sufrimiento del pobre, a la exigencia de justicia, al amor e incluso a la voz de Dios. El dinero deshumaniza. Me remito a la experiencia de cada uno. Bien lo sabía el profeta Isaías cuando amenazaba a los ricos que se acostaban en lechos de marfil, arrellanados en divanes y se daban a la gran vida entre comilonas, música, vino abundante y perfumes exquisitos, sin dolerse del sufrimiento de los pobres (Am 6,1a.4-7). Aquellos fingían devoción a Dios y veneración hacia la ciudad santa y el templo, creyendo de este modo contentar a Dios y quedar justificados. Pero el verdadero Dios no es amigo de una religión que separa el culto de la vida, el incienso de la práctica del amor al prójimo. Este Dios, según el libro del Deuteronomio, comparte suerte con el pobre, el huérfano, la viuda y el extranjero; con todos aquellos a quienes los poderosos les han arrebatado el derecho a una vida vivida con dignidad.

15. Algunos genios de la humanidad de los que ya quedan pocos, han dejado sus intuiciones que corroboran la situación, como los siguientes: -"Yo afirmo que los pobres salvarán al mundo, y que lo salvarán sin querer, lo salvarán a pesar de ellos mismos, que no pedirán nada a cambio de ello, sencillamente porque no sabrían el precio del servicio que han prestado", escribió Georges Bernanos. Y en palabras de Jean Guitton: -El primer mundo se parece, "a una isla de oro sacudida por todas partes por las olas de la infelicidad de los otros". -Una gran cuestión social consiste en saber si la pared de vidrio protegerá eternamente el festín de los animales maravillosos y si los hombres oscuros que miran ávidamente en la noche no irán a cogerlos en su acuario y devorarlos" (M. Proust).

16. Todo se nos ha dicho ya en la palabra. La palabra está ahora resonando en el secreto de nuestro corazón. Se nos pedirá cuenta de cómo la hemos escuchado, de cómo la hemos puesto en práctica, porque no basta con decir: "Señor, Señor"; es necesario cumplir la palabra, que es capaz de construir un mundo nuevo en el que no haya ni epulones que derrochen a veces lo que roban a los pobres, ni Lázaros, que se mueran de hambre y de miseria. Los pobres están en manos de sus hermanos, en manos de la sociedad, al cuidado de la Iglesia.

17. Puesto que hemos pecado, pidamos a Dios que nos trate, y que trate con misericordia a nuestro mundo, y que cambie nuestro corazón para que estemos dispuestos a dar la vida por nuestros hermanos, "practicando la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza" Timoteo 4,11.