Domingo II de Adviento, Ciclo B

Autor: Padre Jesús Martí Ballester

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DISPONED VUESTRO CORAZON PARA QUE EL SEÑOR, RECREANDOLO, LO TRANSFORME 

1."Una voz grita: En el desierto preparadle un camino al Señor" Isaías 40, Son muchos los que niegan a Dios, la Iglesia, y todo lo sobrenatural, porque se han hecho una caricatura de Dios, o de la Iglesia y de lo sobrenatural. Pero el Dios de Jesús, el que El nos ha revelado, es un Dios enternecido por la desolación humana, es un Dios que, cuando mira el pecado, mira también el dolor y la tristeza que nos causa, como un padre que ha dejado en manos de su hijo un arma de fuego, y comprueba que, haciendo mal uso de su libertad, la ha usado indebidamente, y el hijo amado se ha herido. 

2."Consolad, consolad a mi pueblo". Palabras de Dios tan humanas y tiernas, tan llenas de emoción y de compasión. La "Encarnación" se está preparando. Se acerca "Navidad", en la Noche Buena, agradeceremos a Dios la visita que hace a este mundo nuestro, para quedarse con nosotros, haciéndose hombre Dios para que en El seamos los hombres dioses. ¿Cómo dejar de ver en la rememoración del Nacimiento de Jesús a un Dios que viene a consolar, a un Dios que habla al corazón con sus lágrimas y con su sonrisa?. El pueblo de Dios necesitaba ser consolado. Habían transcurrido dos siglos desde las palabras duras de Isaías, que le anunciaban el castigo: opresiones, luchas, destierro, habían sido el amargo pan de cada día, hasta hoy. Sin tierra, sin templo, sin ley, vivían humillados y caminaban emigrantes por Babilonia, añorando su patria y su templo. ¿Cómo cantar un cantar del Señor, en una tierra extrajera? Esto desgastaba su fe en Yahve. Y el Deuteroisaías, gran poeta y teólogo profundo, inicia el ministerio de consolar y animar al pueblo, que vive aún desterrado en Babilonia, pero que va ser liberado por Ciro II el Grande, rey de los persas, determinando atacar a Babilonia criminal y esclavizadora. Así entendemos la primera lectura, que anuncia el pregón del Bautista, tal como nos lo transmite San Marcos: Preparadle un camino al Señor que llega, como pastor que apacienta el rebaño, que lleva en brazos a los corderitos y cuida de las madres. 

3."Dios tiene mucha paciencia porque no quiere que nadie se pierda, sino que todos se conviertan" 2 Pedro 3,8. "Hablad al corazón de Jerusalén: Decidle que su culpa está pagada". Nos está hablando de la misericordia de su corazón. Dios está conmovido. No quiere el castigo del pecador, sino su arrepentimiento. El Dios de misericordia que no condena, ni reprocha, ni nos hace mala cara, viene en busca de la oveja perdida.

4. "Allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios". "Preparadle un camino en el desierto". Isaías está profetizando a Juan. Todos los Profetas han ido al desierto. Hoy, como nunca, estamos necesitados de hombres que vayan al desierto y vengan del desierto. Los hombres tenemos necesidad de ir al desierto. Al silencio donde Dios habla. Silencio ambiental, afectivo, mental. Porque se vive en la superficie. Los hombres se han convertido en sonámbulos de lo espiritual, y no saben dónde se encuentran, ni a sí mismos se conocen. El único que les puede dar a conocer el hombre al hombre es Dios en Cristo. "Cristo revela el hombre al hombre", ha escrito Juan Pablo II en la "Redemptor hominis". Tiene sentido del humor Pemán, cuando, realista, en "Cisneros", con toda España mirando a Europa y América, hacia fuera, dice que silencio donde Dios habla. Silencio ambiental, afectivo, mental. Porque se vive en la superficie. Pemán en Cisneros, cuando toda España está mirando a Europa y América, hacia fuera, dice que "Se ha dado el Reino a mirar / siempre afuera. Se diría / aquella moza liviana / que pasaba noche y día / de codos en la ventan, / y a la que un galán, al ver / que hoy estaba como ayer / luciendo hacia fuera el talle, / le gritó, al pasar su calle: / ¿no hay nada dentro qué hacer?".

5. Generalmente se vive a nivel zoológico, a nivel de sentidos. Consiguientemente se tienen unos sentidos muy desarrollados. Se vive poco a nivel profundo, mayor o menor. Los niños, con una gran viveza de reflejos, son incapaces de pensar, de razonar. A ésta se le llama la época de la imagen. El fácil resorte de los poderes que propugnan y utilizan la deformación de una sociedad descerebrada, es proporcionarle dosis elevadas de imágenes, que muevan los sentimientos, o más bien los instintos, para debilitarles y conseguir impedirles que piensen y reflexionen. Es la táctica del listo. Mientras uno distrae a la víctima, el compinche le roba la cartera. La diferencia que hay entre el hombre inteligente y el listo, es que el listo, se cree tan listo, que no se da cuenta de que el otro se da cuenta. El inteligente, mide y calcula y valora. El pillo también calcula y valora, pero no lo que dirá la historia, sino cómo te robará la cartera. Hoy vivimos en un mundo de "listos", que nos han arruinado moralmente y materialmente. Cada día conocemos nuevos y bochornosos casos de desfalcos, corrupciones, enamoradísimos del becerro de oro, o, más propiamente, del oro del becerro. Necesitamos entrar dentro. Y esto cuesta, cuando se ha perdido el hábito de reflexionar, pensar, razonar. Nos parece que abusan de nuestro tiempo cuando nos instruyen y, ya de niños, se han acostumbrado a pedir: "Corta el rollo". Y no es que no haya rollos. Pero, sobre todo, es que se está perdiendo la capacidad que diferencia al hombre de los animales, de pensar. De reflexionar. Cosa que no facilitan las cuatro horas diarias de televisión que constatan las estadísticas, y que abruman de información. Vayamos pues al desierto a escuchar a Dios, que llega lleno de ternura. 

5. La película exitosa Godspel, quiso escenificar la versión moderna del Evangelio: Una algarabía de voces le chillan al mundo de todas las formas pensables, incluidos, ¿cómo no?, los medios de comunicación, caada dísa más monopolizados, el camino de la felicidad, que no saben que está vacío y corrompido. Entonces se levanta la voz poderosa de Juan, que acercándose al escenario, grita cantando:

"¡Preparadle un camino al Señor!", clamor que, poco a poco se va imponiendo, hasta que consigue enmudecer al griterío del comienzo, y consigue que, todos los antes energúmenos, le hagan coro mientras bailan y cantan con júbilo. 

6. De algún modo sucedió algo parecido en la plaza de San Pedro de Roma, excepto la algarabía en lo exterior, que en lo interior dificilmente cesa, cuando, ahora se cumplen los 24 años, la voz poderosa y bien timbrada de Juan Pablo II, que estaba tomando el timón de la Iglesia, se imponía a todos: "Aprite le porte a Cristo. No habete paura". "No tengáis miedo. Abridle las puertas a Cristo". "Ansi, spalancate". "Abridle las puertas de par en par a Cristo". 7. El bautismo de Juan era un rito de iniciación a la comunidad mesiánica que se iba reuniendo. De ahí partirá la tradición cristiana y convertirá el bautismo en la integración de los nuevos creyentes en un pueblo que espera el Reino de Dios. Juan preparaba el camino del Señor, para que recorrieran el de la conversión para ser criaturas nuevas, "bautizadas con Espíritu Santo". Está naciendo "un mundo nuevo y una tierra nueva" y ahora estamos en el principio.

8. Es curioso que dos evangelistas, Marcos y Juan, junto con el autor del Génesis, coincidan en iniciar sus textos inspirados, por la palabra principio. Marcos comienza: "Principio del evangelio de Jesucristo" (1,1); Juan: "En el principio existía el Verbo" (1,1); y el Génesis en su inicio: "Al principio creó Dios el cielo y la tierra" (1,1). Todo indica, pues, que está naciendo, principiando un mundo nuevo para el que hay que prepararse.

9. Predicaba Juan Bautista en el desierto de Judea, que se convirtieran Marcos 1,1, como lo tenía que hacer el heraldo del Señor desde lo alto de un monte, del segundo Isaías, "Preparadle un camino al Señor" con una conversión sincera: Convertirse es cambiar de actitud, retornar a Dios, que comporta arrepentimiento, enmienda, reconciliación con Dios y con los hermanos. "Allanadle los senderos", para que su viento y su brisa encuentren el paso libre. Paso de la soberbia a la humildad, de la ira a la paciencia, del egoismo a la misericordia, gratitud y compasión; de la lujuria a la castidad; de la rebeldía a la observancia y obediencia, y del querer siempre tener razón, a la afabilidad con los hermanos. Decía santa Teresa: "cuanto más santas, más conversables con las hermanas".

10. Danos tu luz, Señor, para que comprendamos que es necesario que se derrumbe el mundo del pecado y que mantengamos la esperanza de que después de la noche todo será ya nuevo: "Después de la desintegración de este mundo esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en la que habite la justicia. Procurad que Dios os encuentre en paz con él, inmaculados e irreprochables" 2 Pedro 3,8. 

11. Dispongámonos a ofrecer a Dios en el sacrificio del altar, que renueva el de la Cruz por la que apunta la aurora de esa novedad, nuestros deseos y nuestras esperanzas, para que cuando llegue el Señor nos encuentre preparados y dispuestos para pertenecer a su mundo maravilloso. 

12. Digamos con el salmista: "Voy a escuchar lo que dice el Señor <Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos>. La salvación está ya cerca de sus fieles y la gloria habitará en nuestra tierra. El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto" El salmo 84 personifica vigorosamente al Señor habitando en medio de su pueblo, acompañado de la justicia y de la paz, después de la cautividad y del desierto y de la desolación, la que en tiempos del profeta salmista ha padecido el pueblo, y la soledad y desierto quee estamos actualmente padeciendo en hombres y en costumbres, en clima y en desastres y abandonos y corrupción. Si nos convertimos y somos fieles, a nuestra fidelidad corresponderá la paz y la justicia de santidad y amor del Emmanuel. El fruto bendito de tu vientre, oh María, puerta

del cielo siempre abierta, estrella del mar, que ante la admiración de cielo y tierra, y permaneciendo siempre virgen, engendraste a tu santo Creador. Recibe el saludo del ángel Gabriel, y ten piedad de nosotros pecadores.