Domingo III Tiempo Ordinario, Ciclo C

El Espiritu del Señor esta sobre mi. Hoy se cumple esta escritura

Autor: Padre Jesús Martí Ballester

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1. Nehemías nos relata hoy la proclamación solemne del libro de la ley a la asamblea de hombres y mujeres de Israel. El sacerdote Esdras, cinco siglos antes de Cristo hace la lectura de la Palabra de Dios. Como Esdras al pueblo de Israel, también Cristo nos hace hoy la homilía al pueblo cristiano. Los dos caudillos de Israel, Esdras en lo religioso y Nehemías en lo político, son los artífices de la restauración postexílica. Sólo con la lectura de los seis primeros capítulos del libro de Nehemías, se puede valorar su categoría, como una de las personalidades más recias del pueblo judío.

           2.  Cuando los israelitas tomaron posesión de la tierra prometida, se organizaron en tribus, hasta que llegó la monarquía. Dominados sucesivamente en lo político, por persas, griegos y romanos, cuando regresaron del destierro no pudieron constituir una unidad política. Sólo pudieron constituir una comunidad religiosa con la Ley por constitución, con la jerarquía sacerdotal con el Templo de Jerusalén por hogar. Desde ahora el sacerdote y escriba Esdras será el padre y el organizador del judaismo. La lectura del libro de Nehemías que hoy hemos escuchado nos relata la misión que Esdras ha comenzado para poner en marcha a aquel pueblo, que ha apadecido tantas adversidades y vicisitudes. El escenario es imponente: en la plaza, se congregaron los hombres, las mujeres y cuantos podían entender. Sobre un estrado de madera se situa solemnemente Esdraas, con el Libro de la Ley. Cuando abrió el libro, todos se pusieron de pie. Bendijo entonces Esdras a Yahvé, Dios grande, y todo el pueblo, alzando las manos, respondió: «Amén, amén»; y postrándose, adoraron a Yahvé rostro a tierra. Y estuvo leyendo el libro desde la mañana hasta la tarde.

          3. Escena grandiosa. Esto ocurría en la fiesta de los Tabernáculos, al final del mes de septiembre cuando se daba gracias por la cosecha. Aquella lectura solemne, se convirtió en un Retiro Espiritual para renovar la Alianza. Al terminar la lectura, Esdras pronunció estas palabras de consolación: "Hoy es un día consagrado a Dios". El fruto de la escucha de la Palabra de Dios,fue visible pues el pueblo lloraba conmovido hasta el punto de que Esdras le tuvo que consolar: "No lloréis, ni estéis tristes, porque el gozo del Señor es vuestra fortaleza" Nehemías 8,2.

                        4. La gente se conmovió. Al escuchar la lectura de la Ley, se dieron cuenta de sus pecados y se compungieron y prometieron convertirse. Es la diferencia que vamos a escuchar en los oyentes de la sinagoga de Nazaret que, asombrados ante la predicación de Jesús, terminaron por decidir despeñarlo. Es una comparación muy realista. Oyen unos, oyen otros, unos se lloran y se convierten, otros, protestan y se endurecen. Pasaba entre los hebreos y los nararenos y ocurre entre nosotros cada día. Escuchamos todos lo mismo y unos lloran y se arrepienten y se convierten, y otros siguen igual o peor. El problema de la libertad está en juego. Aunque el predicador sea el mismo Verbo de Dios.

            5. Conocido el marco y la circunstancia de la lectura, comprendemos que el Salmo 18 esté dedicado a la ley, a los mandatos y a la voluntad del Señor, que es recta, descanso del alma, límpida e iluminadora, verdadera y justa, y que alegra el corazón. En fin, que "Las palabras del Señor son espíritu y vida".

            6. La proclamación de Jesús, su primera homilía, fue pronunciada al comienzo de su misión pública. En la sinagoga de Nazaret, donde se había criado, pronunció Jesús en la proclamación de su comentario homilético: "Hoy se cumple esta escritura" Lucas 1,1. Esdras y Jesús, uno y otro, hablan del "hoy". Si en el evangelio de Juan vimos el domingo anterior que tiene importancia capital la "hora", en el de Lucas, la imortancia la tiene el "hoy". Por ejemplo, en 5, 26, después de la curación del paralítico, dice la gente estupefacta: "Hoy hemos visto cosas maravillosas".

            En Lucas el "Hoy" significa que la palabra proclamada es actualizada hoy. Jesús viene a decir: Lo que Isaías había dicho lo he comenzado yo a realizar hoy: curar, perdonar, consolar, compadecerme, liberar de espíritus malos. Jesús, cumpliendo las esperanzas del Antiguo Testamento anunciadas por los profetas, se presenta como el creador de un mundo nuevo, significado en la liberación de los oprimidos y cautivos, de los que soportan el desorden social, de  los pobres que carecen de medios para poder sobrevivir, y en la curación de los ciegos que padecen un defecto biológico.       

            7. El mundo viejo está lleno de oprimidos, cautivos, pobres y ciegos, y colmado de miseria. Los profetas habían anunciado la liberación de estos pobres. Jesús afirma que "hoy se cumple la profecía de Isaías, que acabáis de oir". Está proclamando una realidad que él, como Mesías, va a ir realizando durante toda su vida, y que continuará desarrollando la Iglesia. Todos sus gestos y palabras serán buena nueva de vida y de plenitud para los hombres, buena noticia que culminará en la Pascua de su transformación radical e integral.

            8. El presente de la humanidad está desbordado de opresión, esclavitud, pecado, crímenes escalofriantes, frustraciónes, injusticias descomunales y a todo nivel, y desengaños. La mayoría viven oprimidos por el miedo, por las preocupaciones y obsesiones; esclavizados por ataduras, que son incapaces de romper, conflictos, complejos y culpabilidades. ¡Cuánta gente está pensando: si logro cambiar a las personas que me rodean, o consigo cambiar la situación en que me encuentro, seré feliz! No saben que los que les hace desgraciados, lo que les causa sufrimientos, no son ni las circunstancias, ni las personas que les rodean, sino su propia intimidad, su propio ser y carácter indomado, sus propias programaciones, sus propios y personales bloqueos. Se puede conseguir una mejor situación, vivir en el lugar más hermoso del mundo, y seguir siendo interiormente desgraciados.

            9. ¡Si yo consiguiera ver realizados mis deseos! Entonces sería feliz. Es todo lo contrario: los deseos son los que hacen que las personas vivan tensas, frustradas, nerviosas, inseguras y llenas de miedos. Los deseos que se cumplen producen un instante de placer y de emoción. Pero ¿es eso la felicidad? La felicidad es el reino de Jesús, “que no es comida ni bebida, sino paz, justicia y gozo del Espíritu Santo” (Rm 14,17). La alegría y la felicidad las da el Espíritu Creador, que forja un hombre nuevo, que logra la transformación por la fe, por la caridad, por el vencido el egoismo, y consigue un hombre desinteresado, atento al más pobre, con espíritu de responsabilidad, del cumplimiento del deber a conciencia, de la valentía ante la enfermedad y la muerte, de la veracidad aunque cueste, de la lealtad constante, de la confianza mutua, fruto del amor y de la comprensión. A veces se tiene envidia de alguien y no sabemos lo que aquella persona está sufriendo y el calvario que vive y las esclavitudes y ambiciones que no la dejan vivir. Hay cruces interiores y complejos, que se convierten verdaderas cruces.

            10. Estas realidades son las que manifiestan el Espíritu de Jesús Viviente y lo hacen visible. Y señalan que Jesús está presente y que hoy se cumplen estas palabras, sin necesidad de obras clamorosas. Seguro que hemos tenido la experiencia de haber hecho un acto de caridad verdadero, no de ostentación, un acto de perdón, de desinterés, la visita a un enfermo, y hemos sentido la verdadera alegría. Hoy se cumple. Se ha proclamado la Palabra. La Palabra es vida y produce vida. Nos hace pensar ydeseamos vivirla. Y rezamos para tener fuerzas para practicarla. Y nos va cambiando. Ese es el sentido de la palabra “hoy se cumple”.         

            11. San Pablo utiliza la imagen  del cuerpo humano para declarar la forma en que actua el Espíritu, que era clásica en la literatura greco-romana. Los miembros son muchos, pero uno solo el cuerpo con todos los miembros en completa armonía, tendiendo al bien de todos, sin sentir envidia los que deben desempeñar funciones más humildes, ni ensoberbecerse los que han de desempeñar las más elevadas. Al enumerar la variedad de funciones, San Pablo habla de: apóstoles, profetas, doctores, don de milagros, de curación, debeneficencia, de gobierno, de lenguas, y de su interpretación. "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido". Palabras que se aplica Jesús y que cada bautizado debe revivir porque son una realidad. Obremos siempre con el conocimiento de que somos instrumentos del Espíritu y el Espíritu hará maravillas con nosotros y por nosotros.

            12. Estas palabras se cumplen hoy: En la Palabra, que nos está liberando, en la Eucaristía y en los otros sacramentos que nos vivifican y transforman, aunque lentamente. Déjemonos pues, penetrar por el Espíritu que quiere recrearnos, aunque esto exija romper la vasija deteriorada, hacernos nuevos, como condición para ser plenificados en Cristo. Amen.