Discurso sobre la Suma Teologica de Santo Tomas de Aquino

Tratado de Dios, Uno, Trino y Creador, Primera parte

Autor: Padre Jesús Martí Ballester

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CREO EN UN SOLO DIOS PADRE TODOPODEROSO (1)

EXISTENCIA DE DIOS 

"Con estas palabras comienza el Símbolo de Nicea-Constantinopla. La confesión de la unicidad de Dios, que tiene su raiz en la Revelación Divina en la Antigua Alianza, es inseparable de la confesión de la existencia de Dios" (CIC, 200).

El mismo cuidado que ha tenido santo Tomás en escribir en su Suma Teológica que la existencia de Dios no es evidente, lo ha tenido en afirmar que no por eso es incognoscible, sino que es demostrable, por las conocidas cinco vías, del movimiento, la causalidad, el ser contingente y necesario, los grados de perfección y el gobierno del mundo. Por estos caminos concluye que Dios existe, como existe el arquero que dispara y dirige la flecha inteligentemente. Así se expresa el Vaticano II: "Confiesa el Santo Concilio "que Dios, Principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con seguridad por la luz natural de la razón humana, partiendo de las criaturas" (cf. Rm 1, 20); pero enseña que hay que atribuir a su revelación "el que todo lo divino que por su naturaleza no sea inaccesible a la razón humana lo pueden conocer todos fácilmente, con certeza y sin error alguno, incluso en la condición presente del género humano" (DV, 6). 

A través de los tiempos han sido muchos los errores que han negado esa existencia, y el fenómeno del ateismo ha llegado hasta nuestros días, originado por diversas causas. En él tienen su parte de responsabilidad, según la Gaudium et Spes, 19, los propios creyentes: El descuido de la educación religiosa, la inadecuada exposición de la doctrina católica y los defectos de la vida religiosa, moral y social de los creyentes, que han velado más que revelado el genuino rostro de Dios, ha originado el agnosticismo, el positivismo, el criticismo de Kant, y otros errores que, aunque hoy se presentan como modernos, tienen una larga historia.

Además de esta fuente de conocimiento de la existencia de Dios racional y natural, está la Divina Revelación. Dios se ha manifestado a Sí mismo, se nos ha revelado: "Yo soy el que Soy". Y se ha revelado también particularmente a algunos hombres. 

Una de esas criaturas privilegiadas ha sido Santa Teresa. Ella ha experimentado la existencia de Dios. Ha vivido con Dios de una manera excepcional que la constituye en testigo calificado de Dios Vivo. De un Dios que existe y vive en todas partes pero de manera más preeminente "en lo muy interior de su alma". Como a Moisés, que lo vió en la zarza ardiendo y se le manifestó el misterio con certeza, y a Jacob en la escalera que llegaba hasta el cielo, se le ha hecho visible a Teresa vivo y palpitante, amigo, padre, rey y hermano, esposo de sangre, fiel y premio. Sin Dios no se comprende la vida de Teresa. Dios es la razón de ser y existir y trabajar hasta la muerte de Teresa. Otra persona excepcional que ha vivido la presencia de Dios configurado en Cristo Crucificado ha sido el Padre Pío de Pietrelcina, que el 16 de junio de 2002, ha sido canonizado entre el clamor del pueblo, por un Papa no estigmatizado, pero si también clavado en la cruz. Le han preguntado a la profesora Poltawska, catedrática de Medicina Pastoral en la Academia Pontificia de Cracovia, curada de cáncer por el Padre Pío: ¿Qué le impresionó del Padre Pío?. Me impresionó su mirada y cómo celebraba la santa misa. La celebraba viviéndola; se veía que el padre Pío vivía un verdadero misterio y un verdadero sufrimiento. Nunca he visto algo similar en otra misa. Con un silencio tan henchido de temor de Dios y de devoción. Todos estaban silenciosos porque estaban muy impresionados por su manera de celebrar la misa. En aquella época el padre Pío sufría mucho, también físicamente. Casi no podía caminar: murió un año después. --Usted conoce bien a Juan Pablo II, desde los tiempos de Cracovia. ¿En qué se parecen el padre Pío y el Papa? - En la profundidad de su fe. También el Santo Padre vive en esa dimensión espiritual, siempre en contacto con Dios. Está seguro de que Dios existe, que está aquí, que está presente y sabe todo y que lo domina todo. Esta profundidad de fe me ha impresionado muchísimo en ambos. Ellos viven una fe cierta, fuerte, por eso creen que todo es posible para Dios. Con la fe inquebrantable en el Señor Jesús se podemos lograrlo todo y ellos están convencidos de ello.