Discurso sobre la Suma Teológica de Santo Tomas de Aquino

Creación del mundo visible. El hombre.
Gobierno y Conservación de Dios

Autor: Padre Jesús Martí Ballester

Sitio Web del Padre

 

 

Santo Tomás de Aquino escribía sus apuntes de clase y luego los reproducían los copistas. En el aula, utilizaba un método, que era como un juego entre los medievales, en el que el profesor hacía una pregunta, y todos los alumnos exponían su parecer. Al final, él definía su doctrina que, a su juicio, sentaba con carácter de verdad. Al final, respondía y solucionaba las objeciones de cada uno de sus alumnos. Su claridad era notoria. De él podrá decir el gran teólogo y predicador célebre de Nôtre Dame de París, Padre Lacordaire que, leído Santo Tomás, le parecía que perdía el tiempo y energías, cuando estudiaba a los autores recientes, que le parecían oscuros y divagantes, pues nadie posee la claridad y solución directa de la cuestión como él. Tal era la profundidad y el orden del máS sabio de los santos, y el más Santo de los sabios, como lo definió el Papa San Pío X.

Desde el 31 de enero se puede leer en versión bilingüe la Suma, la más alta cumbre alcanzada por la razón y la más valiosa ayuda prestada a la fe, como la ha definido Antonio Osuna, profesor de la facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid, afirmando que la doctrina de Santo Tomás es significativa en la historia del pensamiento, por su amor a la verdad y su respeto a toda la verdad del pensamiento griego y romano, en que está fundada y nuestra civilización occidental. Pero Betania ha sido pionera y se ha anticipado con la «Suma Teológica» de santo Tomás de Aquino en Internet.

LAS CRIATURAS CORPORALES

Tras el estudio de las criaturas espirituales, los ángeles, santo Tomás se ocupa en la reflexión del mundo corporal, al que dedica las cuestiones 65-74, de la primera parte de la Summa Teológica y con este tratado terminará el estudio del hombre. Dios mismo es quien ha creado el mundo visible en toda su riqueza, su diversidad y su orden. La Escritura presenta la obra del Creador como una secuencia de seis días "de trabajo divino" que terminan en el reposo del día séptimo. El texto sagrado enseña, a propósito de la creación, verdades reveladas por Dios para nuestra salvación que permiten "conocer la naturaleza íntima de todas las criaturas, su valor y su ordenación a la alabanza divina", leemos en el Concilio Vaticano II (LG 36), y en el Catecismo de la IC 337. "Nada existe que no deba su existencia a Dios creador. El mundo comenzó cuando fue sacado de la nada por la palabra de Dios; todos los seres existentes, toda la naturaleza, toda la historia humana están enraizados en este acontecimiento primordial: es el origen gracias al cual el mundo es constituido, y el tiempo ha comenzado". Toda criatura posee su bondad y su perfección propias. Para cada una de las obras de los seis días se dice: "Y vio Dios que era bueno". Cada criatura refleja un rayo de sabiduría y de la bondad y belleza de Dios. Hay entre las criaturas interdependencia y todas se complementan, y hay jerarquía entre ellas. 

ASI CANTA LA IGLESIA EN LA LITURGIA DE LAS HORAS

"Crece la luz bajo tu hermosa mano,
Padre celeste, y suben
Los hombres matutinos al encuentro 
De Cristo primogénito. 

El hizo amanecer en tu presencia
Y enalteció la aurora
Cuando no estaba el hombre sobre el mundo
Para poder cantarla.

El es el principio y fin del universo,
Y el tiempo en su caída, 
Se acoge al que es la fuerza de las cosas
Y en él rejuvenece.

El es la luz profunda, el soplo vivo
Que hace posible el mundo
Y anima en nuestros labios jubilosos
El himno que cantamos" 

(Liturgia de las Horas).

LA CREACION DEL HOMBRE

El hombre es la cumbre de la perfección. El relato inspirado lo expresa distinguiendo claramente la creación del hombre y la de las otras criaturas. "Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó" (Gn 1,27). Esta imagen no es unívoca ni adecuada, pero, aun siendo analógica e imperfecta, eleva al hombre a una excelsa dignidad, por encima de toda la creación corpórea y animal: Escribió santo Tomás: En el hombre hay una semejanza de Dios, puesto que procede de El como ejemplar; pero no es una semejanza de igualdad, ya que el ejemplar es infinitamente superior a lo ejemplado: Hay, pues en el hombre, una imagen de Dios imperfecta. Es lo que da a entender la Escritura cuando dice que el hombre está creado a imagen, porque la preposición "a" indica acercamiento, que sólo es posible entre cosas distantes". Pero, precisamente por esa semejanza, sólo es el hombre, entre las criaturas visibles, "capaz de conocer y amar a su Creador", como reconoce la Gaudium et Spes del Vaticano II, (GS 12, 3); él es la "única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma" (GS 24, 3); sólo él está llamado a participar, por el conocimiento y el amor, en la vida de Dios. Para este fin ha sido creado y ésta es la razón fundamental de su dignidad. Por haber sido hecho a imagen de Dios tiene dignidad de persona; no es algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor.

POR ESO SANTA TERESA FUE CORREGIDA POR CRISTO

Santa Teresa, espantada de ver tanta majestad en cosa tan baja como su alma, oyó a Cristo que le dijo: "No es baja, hija, pues está hecha a mi imagen". Por eso Dios lo creó todo para el hombre para que él, a su vez, le ofrezca toda la creación. Pero su misterio, sólo se esclarece en el Verbo encarnado (GS 22, 1). Y todo el género humano forma una unidad (Hch 17, 26) que es la base de la humana fraternidad. 


CONSERVACION Y GOBIERNO DEL MUNDO CREADO

Todo lo que Dios ha creado lo conserva y lo gobierna con su providencia que llega poderosamente de un confín a otro confín y lo dispone todo suavemente. Su gobierno llega a todos los seres y a todos los acontecimientos del mundo, por pequeños que sean. El hace el bien y permite el mal para sacar un bien mayor. "¿Quién mandó que sucediera si no fue el Señor?" (Lm 3,37). "El Señor es mi pastor, nada me falta" (Sal 22). Dios conserva todas las creaturas del mundo, aunque sean pequeñas e insignificante: "Amas todo lo que existe y no aborreces nada de lo que has hecho. ¿Cómo podría existir nada si tú no quisieras, o cómo podría conservarse sin ti? (Sb 11,25). "Con su mano poderosa sostiene todas las cosas" (Hb 1,3). Conservación de Dios que es incesante, hasta el punto de que si Dios la interrumpiera, la creación sería aniquilada. "Si el poder de Dios cesara de regir las cosas por El creadas, cesaría la vida de las mismas, pues perecería toda la naturaleza. Como el aire se ilumina con la presencia de la luz, así es iluminado el hombre cuando Dios está presente en él; pero se oscurece, cuando Dios se ausenta" (San Agustín). Santa Teresa se lamenta de que no nos acordamos de que Dios lo ordena todo, para dejarlo todo en sus manos.