Una propuesta de belleza y sentido

Autor: Jesús Domingo Martinez 

 

 

Fe y cultura están intrínsecamente unidas. La perspectiva cristiana no sólo no se opone a las conquistas del ingenio humano sino que ensancha el horizonte de nuestro pensamiento. Así ha sido a lo largo de los siglos y así sigue siendo hoy. Buen ejemplo de ello lo encontramos en la deslumbrante programación cultural que incorporó la Jornada Mundial de la Juventud. Su propuesta habla por sí misma y descubre, con la fuerza de la verdad, hasta qué punto están equivocados quienes desde la estrecha mirada de una cierta cultura contemporánea tienden a confinar la religión fuera de los espacios de la racionalidad.

En el Evangelio se funda una concepción del mundo y del hombre que libera valores culturales, humanísticos y éticos. El saber de la fe ilumina nuestras búsquedas y anhelos más profundos, los interpreta humanizándolos y los integra en proyectos de bien. Basta una mirada sin prejuicios a algunas de las grandes obras de arte de la humanidad para darse cuenta de que la fe es fermento de cultura y luz para la inteligencia.