La contemplación de la belleza de la creación

Autor: Jesús Domingo Martinez 

 

 

La contemplación de la belleza de la creación y el silencio son elementos importantes para la vida contemplativa. Así lo subrayaba Benedicto XVI en una audiencia general del pasado agosto. El silencio es la condición ambiental que mejor favorece el recogimiento, la escucha de Dios y la meditación. Por esto, no es casualidad que en todas las épocas hombres y mujeres que consagraron su vida a la oración establecieron sus comunidades y monasterios en lugares particularmente bellos, en el campo, las colinas, lagos, cerca del mar etc. La mejor evidencia para creer es observar la admirable belleza de la creación de Dios. Como dice Jaime Sullivan en 'Un paseo para recordar': "¿Cómo puedes ver lugares como éste, tener momentos como éste y no creer?" Invito a todos a vivir el silencio ante los lugares bellos. “Dejad que os hable el silencio” se leía en francés en un cartel a la entrada de los jardines de San Martín del Canigó, monasterio románico situado en la cara francesa del Pirineo Oriental y que una traducción libre comentábamos “Dejad que Dios os hable en este maravilloso lugar”.