La belleza nos lleva a Dios

Autor: Jesús Domingo Martinez 

 

 

Cuántas veces ante un cuadro, ante unos versos, o ante una pieza musical, el hombre se siente empujado a dirigir el pensamiento hacia Dios y contempla ensimismado cómo crece dentro de él el deseo de acudir a la fuente de toda belleza que es el Creador. Seguramente lo sabemos por experiencia propia. A veces, el arte, en palabras del Papa, es como una puerta abierta hacia el infinito, hacia una belleza y una verdad que van más allá de lo cotidiano.

Y es que una obra de arte puede abrir los ojos de la mente y del corazón. Por eso, no solo no debemos pasar de largo, sino que debemos recorrer a menudo este camino siempre abierto que, además de propiciarnos abundantes ocasiones para el enriquecimiento cultural, puede convertirse en un momento de gracia y de estímulo para contemplar la realidad artística y desde ella adentrarnos en la realidad mas profunda que expresa y que es una invitación permanente a elevar nuestra mirada hacia lo alto. De hecho, casi todas las obras de arte de carácter religioso se han realizado con este fin.