El Papa en España

Autor: Jesús Domingo Martínez 

 

¿Qué puede significar la estancia de Benedicto XVI? David Cameron señalaba lo que iba a significar la presencia del Papa en su país, en síntesis, decía, “que había contribuido decisivamente a la conversación nacional, al diálogo público, a la construcción de una nueva sociedad capaz de afrontar con esperanza e ilusión todos los complejos retos del presente.”

La presencia del Papa durante estos dos días, hoy y mañana, podrá servir para iluminar y serenar nuestra agitada conversación nacional, distorsionada por la ruptura de consensos básicos, políticas radicales y un malestar difuso. Todos podrán encontrarse con la serena propuesta de una fe que se hace vida y que ofrece la plenitud de la felicidad a un mundo necesitado de esperanza. Benedicto XVI está en España para ayudarnos a elevar la mirada, para acompañarnos en el sano ejercicio de un diálogo público, social y mediático sobre las grandes cuestiones de hoy.

Por eso, pienso, que difícilmente se puede justificar que tanto en la preparación inmediata de la visita como en los criterios manejados para interpretar la figura del Papa, haya rebrotado un trasnochado anticlericalismo que no casa ni con la razón ni con la libertad tan pregonadas por algunos de nuestros mandatarios “la libertad os…”. Benedicto XVI ha venido a España como “testigo de Cristo Resucitado, con el deseo de llevar a todos su Palabra, en la que pueden encontrar luz para vivir con dignidad y esperanza para construir un mundo mejor”. Estoy convencido de que es así como le debemos recibir, al menos yo así lo estoy haciendo.