Una plaga postmoderna

Autor: Jesús Domingo Martínez 

 

Hoy, desgraciadamente, abunda el tipo de persona, postmoderna, que cree que todo es explicable en este mundo y que no existe nada más allá de su inteligencia. Relativismo, en una palabra: uno de los rasgos de ese individualismo pernicioso, que a fuerza de querer ser racional termina en la paradoja de la ausencia de racionalidad, y que pensadores como Tocqueville tanto aborrecía, sobre todo por ser muy proclive a obedecer ciegamente las opiniones de la mayoría. Y es que el imperio absoluto de la mayoría marcaría la llegada de un nuevo despotismo, “que deja en libertad al cuerpo y oprime al alma” decía Tocqueville. Habría que combatirlo, sobre todo con la palabra, y de modo especial con la libertad de prensa, indispensable para la supervivencia de la democracia.