Derecho a mostrar sus creencias

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

El debate sobre los símbolos religiosos sigue de plena actualidad en Gran Bretaña. Meses después de que una azafata, a la que los tribunales le han dado la razón, fuese suspendida de su puesto por no querer quitarse un crucifijo, la historia se repite, pero esta vez en un colegio y con un estudiante de tan solo 13 años de edad.

Y es que según informaba el rotativo inglés, Daily Mail, “un colegio al sur de Inglaterra ha prohibido a uno de sus alumnos llevar un crucifijo durante las clases”.

¿Argumento? Los profesores del centro de Gillingham declararon que el alumno quebrantaba las normas de higiene y seguridad establecidas por el colegio, y que por ello fue invitado a quitarse el crucifijo. Por su parte, la familia ha declarado que combatirá esta decisión ya que “discrimina a los cristianos”, pues otros estudiantes musulmanes si que tienen el derecho de mantener sus símbolos religiosos.

Lo que resulta más complicado de entender para la familia, y para todos los que tengan un poco de sentido común, son los argumentos en los que se ha basado el colegio para tomar dicha decisión. “No puedo entender como el colegio puede ver un peligro para la higiene y la seguridad en un minúsculo crucifijo enganchado a un fino collar de plata” decía la madre, que además
ha asegurado: “Estoy orgullosa de mi religión y tengo derecho a llevar una cruz colgando de mi cuello”. Comparto la opinión de la madre, no porque yo lleve un crucifijo sino por el derecho a mostrar sus creencias y sentirse orgullosa.