El aborto no es un derecho
Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

El aspecto más sombrío de la acabada de aprobar ley del aborto es su pretensión de calificar el aborto provocado como un derecho que habría de ser protegido por el Estado. “He ahí –dice el documento de los obispos- una fuente envenenada de inmoralidad e injusticia que vicia todo el texto”. Los obispos desmontaban en su Declaración el argumento de que el aborto es un “derecho” de la mujer y que puede disponer de su cuerpo cuando le plazca, cuando más que derecho, es “un atentado contra el derecho fundamental a la vida”. Para los prelados, así “se concibe la libertad de un modo perverso”.

Según ponen de manifiesto, “abortar es optar por quitar la vida a un hijo ya concebido y eso sobrepasa con mucho las posibles decisiones sobre el propio cuerpo, sobre la salud de la madre o sobre la elección de la maternidad”.

Precisamente, la justificación de la salud para abortar es, dicen, “una grave falsedad” pues el embarazo no es, ni será, una enfermedad. Por ello, si el aborto se incluyera –como ha aprobado el Parlamento- en el sistema sanitario, se estaría falseando el acto médico pues "una política sanitaria debe tener siempre en cuenta la salud de la madre gestante, pero también la vida y la salud del niño que va a nacer".