Democracia y aborto
Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Pienso que tienen razón los que afirman que “sin fundamentos de la ley moral, el mismo ordenamiento democrático se tambalearía”.

A este propósito del debate sobre el aborto, el presidente de la Conferencia Episcopal Española recordaba lo que ya enseñaba Juan Pablo II en su encíclica “Evangelium Vitae”: que si por una trágica ofuscación de la conciencia colectiva se llegaran a poner en duda los fundamentos de la ley moral, el mismo ordenamiento democrático se tambalearía también. Sin una base moral objetiva, ni siquiera la democracia puede asegurar una paz estable, que debe basarse en el reconocimiento de la dignidad de todo ser humano. Que la sociedad tome conciencia de ello, es una tarea de la que no van a abdicar nunca la Iglesia, y con ella los centenares de organizaciones cívicas, que han dicho “¡basta!” al abuso de un poder político que pretende el disparate de convertir al aborto en un nuevo derecho. El debate, pues, sigue en pie, más vivo que nunca, aunque en el caso de España, cuesta entender el juego que hacen algunos partidos (PNV). Será que han perdido su punto de mira, será seguidismo o puro oportunismo político, ellos lo sabrán, aunque no deja de sorprender hasta a muchos de sus votantes.