¿Por qué de esto no se habla?
Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

El pasado fin de semana, en Egipto, 6 cristianos han muerte y un buen grupo quedaron heridos, por agresiones al salir de la iglesia al que asistieron a la Santa Misa. Durante la segunda semana de Diciembre conocíamos que la incesante violencia anticristiana se había cobrado la vida de dos cristianos más en la localidad iraquí de Mosul y el pasado día 14, Benedicto XVI recordó a los cuatro misioneros que en diferentes países africanos han sido asesinados esta misma semana. Como dijo el Papa, han sido fieles testimonios del Evangelio, que han sabido anunciarlo con valentía, también arriesgando su propia vida.

El ocultamiento de estos hechos a la opinión pública, que es una forma implícita de cristianofobia, debería hacernos reflexionar en serio sobre el significado profundo de la libertad y, en particular de la libertad religiosa, porque está en juego un derecho prepolítico que pertenece a la esencia de la personalidad, y que no otorga graciosamente ningún Estado ni ninguna sociedad, quienes, en cambio, sí deberían empeñarse en reconocerlo y protegerlo adecuadamente en lugar de poner trabas, también por omisión, a su ejercicio. Estos silencios a la gente sencilla nos llevan a preguntarnos: ¿Por qué de estos no se habla? ¿Para qué sirve la Alianza de Civilizaciones?