Más sobre laicidad
Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Durante la estancia del Papa en Lourdes, en el mes de Septiembre del pasado año, Benedicto XVI reiteró la necesidad de una separación entre la Iglesia y el Estado y precisó que una "sana laicidad no significa prescindir de la dimensión espiritual, sino reconocer que ésta es garante de la libertad y de la autonomía terrena".

El Papa resaltó del viaje -en ocasión del 150 aniversario de las apariciones de la Virgen a santa Bernadette- el discurso que pronunció ante el mundo, "en el que reflexioné sobre cómo la búsqueda de Dios es la vía maestra y el fundamento de toda verdadera cultura".

También recordó el encuentro con los sacerdotes, religiosos y seminaristas y con los jóvenes, a los que exhortó a "no tener miedo" para proclamar el Evangelio, a sabiendas "que venerar la Cruz a veces también lleva consigo el escarnio e incluso la persecución". En nuestro país, en el que no se entiende que es la sana laicidad, llevar una vida recta empieza, según ante que sectores de la sociedad, a conllevar aguantar el escarnio y una persecución solapada como pronosticaba el Papa.