Si no perciben autoridad en casa

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Tengo un alumno de trece años que a clase muestra un comportamiento de indisciplina y provocación con sus compañeros y con los profesores, cuando se le avisa, suele responder de manera interrogativa cuando no amenazante: ¿Qué me puedes hacer?, aún no ha llegado a la agresión física, pero sólo habrá que esperar unos años. ¿Entonces qué? Y es que los escolares agresores y quienes los protegen deben ser conscientes de que sus actos pueden tener consecuencias graves y no sólo una expulsión temporal del ámbito escolar que les permite a los pocos días un regreso “triunfal”, con una sensación plena de impunidad.

En este, como en muchos otros casos, en casa el comportamiento es similar y se les permite. Según explican los expertos, “si los niños no perciben autoridad en casa, tampoco la reconocerán en la escuela”. Ya es hora de que la sociedad se tome en serio un problema que amenaza los principios básicos de la convivencia: la escuela debería ser fuente para la transmisión de valores cívicos y morales y a veces sólo enseña las peores facetas de la agresividad antisocial.