La maldad está en el qué, más que en el cuando
Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

A propósito de la prevista reforma de la ley del aborto, es opinión de cada día más expertos, que los ponentes están centrando en la aberración de que las niñas de 16 años puedan abortar sin necesidad de autorización de sus padres el debate. Buena parte de la atención pública está siguiendo, no se si de manera acrítica, el discurso. Es evidente que se trata de un disparate jurídico y social, pero la alarma suscitada, corre el riesgo de ocultar el fondo de la gravedad que supone la iniciativa que el Gobierno ha tomado, pese a la fractura social que provoca y a la denuncia de científicos y pensadores. No existe criterio alguno de carácter científico, ético o médico para justificar el aborto. Son solo razones ideológicas, las que asisten al gobierno en su objetivo de ruptura cultural y disolución moral.