Relativismo, verdad y dignidad
Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Ante las dudas que ciertos políticos crean sobre la dignidad humana pienso que se debe considerar que "existe una dignidad innata en el ser humano que no puede ser relativizada por ningún poder" y es que sin referencia social a la dignidad humana y a sus derechos naturales, los juicios políticos carecen de un fundamento objetivo y se convierten en meras opiniones parciales e interesadas.

Sin duda que una sociedad respetuosa con la dignidad humana "debe conjugar verdad y tolerancia" por eso intentar expulsar la verdad de la vida social genera intolerancia.

El relativismo moral es una contradicción al pretender instaurarse como un dogma incuestionable y el reconocimiento de la verdad objetiva no amenaza la tolerancia de la legítima diversidad; no lleva a la intolerancia con el prójimo.

Es así que las ideologías que niegan la verdad, que relativizan los actos humanos, acaban imponiendo la tiranía de sus consignas y dejan sus pretensiones de tolerancia en palabras sin contenido, con frecuencia en contradicción con sus hechos, desgraciadamente estamos sufriendo algunos casos. Por el contrario, la educación impregnada del cristianismo -en la escuela y en la universidad-, contribuye al bien común desarrollando el respeto a la verdad y a la auténtica tolerancia.