La religión y el bien común

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Las diversas religiones y, en particular la cristiana, ofrecen múltiples e importantes aportaciones a la vida de los pueblos. La vida pública y la religión tienen su ámbito específico de actuación. Pero esto no conlleva que sean antagónicas, que la religión no aporte nada al bien común.

Una de las principales aportaciones es la visión que ofrecen de la persona humana, la cual potencia la innata aspiración que hay en todos a vivir abiertos hacia los demás, entablando vínculos de amistad con nuestro prójimo. Las religiones, en efecto, subrayan que las relaciones humanas, en su íntima esencia, no pueden definirse en términos de poder, dominio e interés personal. Al contrario, esas relaciones reflejan y perfeccionan la inclinación que siente toda persona a vivir en comunión y armonía con los otros. Tal vez por eso la mayo parte de los regímenes políticos basados en presupuestos ateos acaban en totalitarismo.