El Papa y el hambre

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

En un mensaje a la cumbre de Roma celebrada en octubre pasado, el Papa Benedicto XVI invitó a la "globalización de la solidaridad" y afirmó que "el hambre y la desnutrición son inaceptables en un mundo que dispone (...) de niveles de producción, recursos y conocimientos suficientes para poner término a ese tipo de drama y sus consecuencias".

Aunque Benedicto XVI reconoció que luchar contra la falta de alimentos es una tarea "difícil", reiteró que "nadie puede quedarse impasible ante la llamada de aquellos que pasan hambre". El "gran desafió de hoy es el de globalizar no sólo los intereses económicos y comerciales, sino también las expectativas de la solidaridad", indicó.

El derecho a la alimentación responde a una "motivación ética", dar de comer al hambriento, y, no olvidemos que, está "intrínsecamente vinculado a la protección de la vida". Los cerca de 1.000 millones de hambrientos son una triste realidad en una sociedad global y como una bofetada para los que vivimos en la opulencia.