La Navidad y la familia

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

EAlegría, unidad, dos piezas claves del Adviento que deberían contribuir a fortalecer uno de los pilares básicos de la sociedad: la familia. Al advertir a la familia como comunidad de amor y de solidaridad no sólo se conquista el reconocimiento de las expectativas irrenunciables de dicha familia, sino que también se acepta una imagen del hombre muy determinada: la única en la que puede apoyarse la esperanza de una sociedad y de un futuro no inhumanos. Porque la navidad es tiempo de amor, sin rodeos, de amistad, de perdón. Nace el Salvador y con Él llega la alegría, la esperanza y me repito. Esperanza siempre. Sin Dios la Navidad es gris, oscura, vacía, hedonista, las luces son fulgurantes pero faltas de vida y de tono si no las viste el Porqué. Se quedan en el cuento nada más.

Nace Cristo que culmina con su nacimiento el color, el tiempo de la espera. Llega la Salvación y la Confianza. Por fin, llega. A celebrarlo, en familia, con ilusión, con amor. Como dice José María Pemán en su poesía, Villancico de las manos vacías, "para acoger al niño enteramente, hay que dejarlo todo, a uno mismo simplemente, vaciarnos por completo. Así, vacíos, abrazaremos la ilusión entera que sólo está en Dios".