Ante todo, son curas

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

A juicio del Papa, la Humanidad, "inmersa en el torbellino de una actividad frenética, corre con frecuencia el peligro de perder el sentido de la existencia, mientras cierta cultura contemporánea pone en duda cualquier valor absoluto y hasta la posibilidad de conocer la verdad y el bien". En este sentido, considera el Papa que "existe la necesidad de dar testimonio de la presencia de Dios, de un Dios que comprenda al hombre, que sepa hablar a su corazón".

Así, Benedicto XVI dijo hace unos meses a los futuros diplomáticos vaticanos que su tarea será proclamar con su forma de vivir, aún antes que con sus palabras, "el anuncio gozoso y consolador del Evangelio del amor en ambientes a veces muy lejanos de la experiencia cristiana". Igualmente señaló a los sacerdotes que durante su trabajo tendrán que aportar su experiencia diplomática, pero también "sobre todo" su testimonio sacerdotal. Por ello, además de la necesaria y obligatoria preparación jurídica, teológica, diplomática, lo que "más cuenta es que marquéis vuestra vida y vuestra actividad de un amor fiel a Cristo y la Iglesia". Antes que diplomáticos pastores, este podría ser el resumen. Por ello lo importante es estar comunión con Él, "el divino Maestro de nuestras almas, os asegurará la serenidad y la paz también en los momentos más complejos y difíciles"