El Papa de la era global

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

El balance de las visitas de Benedicto XVI a diversos países (Estados Unidos, Australia, Francia) fueron muy positivas en el terreno político, social y pastoral. La figura del Papa ha salido muy fortalecida por sus gestos y discursos en las naciones: la más poderosa de la tierra, la más lejana, la más laica, donde fue recibido no sólo con afecto, sino en ocasiones con entusiasmo, en su condición de líder espiritual de alcance universal. El Pontífice expuso con toda claridad ante el presidente Bush y en la sede de Naciones Unidas cuál es el punto de vista cristiano sobre las relaciones internacionales, con especial énfasis en la prioridad de la diplomacia y en Francia ha argumentado acertadamente sobre la fe y la laicidad. Transmitió también un mensaje firme sobre la necesidad de reforzar los valores morales.

Benedicto XVI ha ofrecido lo mejor de sí mismo en todas estas intensas jornadas. Rompe así, una vez más, el tópico interesado sobre un Pontificado de transición y cerrado a los nuevos tiempos. Muy al contrario, el Papa utiliza su excepcional capacidad intelectual para adaptar el mensaje de Cristo a los retos de la era global.