Aún hay gente con sentido común

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Hace unos meses se produjo un enorme escándalo en Canadá por el otorgamiento de la máxima condecoración civil al tristemente célebre médico Henry Morgentaler, iniciador del negocio del aborto en aquel país en 1968, y dueño, hoy, de seis prósperas aborterías. La razón de su ingreso en la Orden de Canadá son "sus servicios a las mujeres y su liderazgo en terrenos como el humanitarismo y los derechos civiles", sin duda grandes valores. Varios miembros de la Orden han devuelto su distinción, y una encendida polémica sacude al país. Se conoce que la sociedad canadiense no está aún lo bastante embrutecida para soportar una cosa así. Pienso que, aunque parezca lo contrario, aún hay gente con sentido común.