Libertad religiosa

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

En una carta pastoral, el titular de la diócesis de Valencia afirmaba que en una auténtica libertad religiosa, hoy: "nunca debería ser necesario renegar de Dios para poder gozar de los propios derechos". Los derechos asociados a la religión necesitan protección, sobre todo si se los considera en conflicto con la ideología secular predominante o con posiciones de una mayoría religiosa de naturaleza exclusiva.

En consecuencia, invocar la libertad religiosa sin proteger los derechos de los creyentes a actuar como tales, es dejarla en una mera expresión retórica. Según el cardenal, "no se puede limitar la plena garantía de la libertad religiosa al simple ejercicio del culto, sino que se ha de tener en la debida consideración la dimensión pública de la religión y, por tanto, la posibilidad de que los creyentes contribuyan a la construcción del orden social".

Y es que en muchos ámbitos de la vida social los creyentes expresan su implicación generosa en una amplia red de iniciativas, que van desde las universidades a escuelas, centros de atención médica y organizaciones caritativas al servicio de los más pobres y marginados.

El rechazo a reconocer la contribución de los creyentes en el orden social "desemboca en un planteamiento individualista, que fragmenta la unidad de la persona". Pienso seria muy conveniente que nuestros políticos tengan en cuenta estas consideraciones.