Hijos objeto
Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Los países occidentales han contribuido a reforzar la concepción del padre excluido de la procreación. Así ocurre cada vez que se legisla pensando únicamente en "la madre en solitario". El ejemplo cercano de lo que decimos es el de las leyes francesas que, en caso de divorcio, hacen depender los derechos del padre de las buenas o malas relaciones que tenga con la madre. Lo mismo ocurre con las decisiones judiciales, al confiar sistemáticamente la custodia del hijo a la madre.

Lo más grave del asunto es que la exclusión del padre penaliza también a los hijos. "¿No se ha creado, al privilegiar los derechos de la madre, una doble categoría de excluidos, por una parte los padres biológicos rechazados, por otra los hijos, propuestos a un padre de sustitución tras otro, o incluso confiados a terceros especializados, 'hijos-objeto', 'hijos-capricho', 'hijos-prótesis', que se ofrecen como valedores?"

La ausencia del padre tiene efectos muy negativos en el desarrollo de los hijos. Según encuestas citadas por Anatrella, en Estados Unidos un niño tiene seis veces más riesgo de crecer en la pobreza y dos veces más de abandonar la escuela si ha sido educado por una madre sola que si pertenece a una familia constituida por padre y madre, capaces de ofrecerle puntos de referencia. La experiencia de muchos años como educador me permite afirmar que la conclusión de Anatrella no es sólo un dato estadísticos sino que tiene mucho de realidad.