Sin alternativa mal

Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

“No cursar Religión merma la educación integral ya que priva a los alumnos de una educación en valores”. Sin duda es una frase que se adapta a la realidad socio-cultural-educativa de nuestro país. No obstante, si se permite cursar esta asignatura pero fuera de horario escolar y sin alternativa se incurre en una discriminación hacia los alumnos que apuesten 
por su formación religiosa. Y es que un Gobierno con voluntad debe ser capaz de plantear y desarrollar alternativas, también de que forma deben impartirse dando a los centros la potestad de colocar ambas materias en su horario escolar en virtud de su reconocida autonomía.

Si finalmente, el Ministerio de Educación no estableciera una alternativa a la asignatura de Religión, estaría incurriendo en un agravio comparativo y una discriminación hacia los alumnos que apuesten por su formación religiosa, ya que éstos tendrían que dedicar más tiempo y esfuerzo en su jornada lectiva y, por otro lado, los alumnos que decidiesen no cursar 
Religión se verían privados de una educación en valores, en su vertiente no confesional, aspecto que dejaría mermada su educación integral. De cualquier manera mal, la solución es religión optativa con otra asignatura que introduzca valores socioculturales.