La Iglesia lo ha dejado claro
Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

En el documento publicado por la Conferencia Episcopal Española el pasado año sobre la "Ilicitud de la reproducción humana artificial", ya se especificaban con todo detalle los principios éticos y morales que mueven a la Iglesia a condenar sin ambages la reproducción humana artificial. Los obispos españoles han insistido en diversas ocasiones, en sus respectivas diócesis, sobre esta escalada en la "cultura de la muerte" que representa la ley que regula la clonación humana. Concretamente el arzobispo de Tarragona denunció dicho proyecto como un abuso de poder por parte del Estado. Fuera de España, el obispo de Ausgburgo, Walter Mixa, llegó a calificar la clonación terapéutica como un acto de "canibalismo enmascarado" insistiendo en que "ya es hora de llamar las cosas por su nombre y que la Iglesia sea más combativa en sus denuncias contra los atentados de la vida y de la familia". Por su parte, la Iglesia de Francia ha recordado recientemente que la investigación con células embrionarias no deja de ser un juego con seres humanos que deja de lado toda ética y moralidad.

El cuerpo doctrinal de la Iglesia sobre esta materia puede consultarse en la Instrucción "Donun Vitae" sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación, hecha pública en febrero de 1987 por la Congregación para la Doctrina de la Fe.