La prioridad educativa
Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Han sido reiteradas las referencias de Benedicto XVI al papel central de la educación en este momento de la historia. Algunas voces autorizadas, haciendo eco al papa, han afirmado que "no nos debemos dejar llevar por los proyectos ideológicos que pretenden dividir a la comunidad católica y manipular la educación".

Y es que todo intento del Estado de invadir los ámbitos soberanos de la familia sólo encontrará la legítima resistencia de las familias. Los padres deben saber que no están solos en su tarea de educadores; deben sentir la compañía de los titulares de los centros educativos, de los claustros de profesores y, los católicos, de la Iglesia ante la soledad de la intemperie. Frente a la reconocida pretensión de los poderes públicos de introducir las bases de un adoctrinamiento que no tiene en cuenta a las familias es necesaria la unión. Hay principios básicos para el futuro de la sociedad y de la persona, como es el del respeto a la iniciativa de los padres y de las instituciones intermedias, que por el bien de todos no deben ser olvidados. El proyecto de ley de Educación Catalana, desgraciadamente, no contempla estos principios básicos.