¿Qué ha variado en el caso del aborto?
Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Sobre el tema de los abortos ilegales contrastan el comportamiento de la Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña y del Colegio de Médicos de Barcelona. Tras el reportaje del Sunday Telegraph en 2004, la consejería dijo que no veía irregularidades en las clínicas de Morín. En noviembre de 2006, después del reportaje de la televisión danesa, lo único que hizo fue sancionar al centro con 3.000 euros por faltas administrativas. Entonces, e-Cristians denunció a Morín ante el Colegio de Médicos barcelonés, pero la denuncia fue archivada y la entidad afirmó que no había responsabilidad deontológica.

¿Qué ha variado para que ahora se haya llevado a la cárcel a los culpables? Es difícil saber cuál es la causa última de la transformación producida, si es que hay solo una, pero algunos signos indican que ese cambio es real. En los últimos años, cada vez que salen a la luz las cifras estadísticas anuales de abortos declarados, los medios de comunicación muestran su preocupación, aunque las soluciones que suelen proponer se han demostrado parte del problema. Un vistazo a los comentarios de los lectores en los diarios digitales confirma esta impresión de creciente alarma.

Manifestación de este cambio de mentalidad es que, después de que saltara a la luz pública el "caso Morín", solo minorías sin peso se han atrevido a insinuar críticas a la detención o aprovechar la circunstancia para pedir el aborto libre. Incluso el PSOE ha sugerido que no incluirá modificaciones en la ley del aborto en su programa electoral para las elecciones de marzo. Y han aparecido artículos de denuncia, no solo entre los habituales defensores del respeto a la vida, sino también en articulistas partidarios de la legalización del aborto pero que ahora escriben, repitiendo a un ya clásico Unamuno: "no es eso, no es eso". Aunque, desgraciadamente, un gran medio continúa enredando.