¿Tolerancia sin fe?
Autor: Jesús Domingo Martínez

 

 

Gran reto actual en Occidente es la unidad entre lo que el católico profesa en la vida privada y su actuación en la vida pública. Y es que el problema central de la sociedad actual es la negación de Dios. Si el hombre puede decidir sin Dios lo que es bueno, malo, justo e injusto, se pueden cometer grandes aberraciones. El relativismo imperante promovido por la ideología laicista puede llevar a ellas. No es posible un Estado ateo, la experiencia lo ha demostrado.

Parece que el problema radical de nuestro tiempo es la negación y el olvido de Dios. Por ello existe hoy la necesidad de afirmar a Dios en la vida del hombre y en la vida pública. "Actualmente hay una alianza entre la democracia y el laicismo", un problema que lleva a una concepción anticristiana del hombre y del mundo.

Y es que actualmente se pide a la sociedad que renunciemos a la comprensión de la fe en la vida pública en nombre de la "tolerancia", pero esto es una aberración, ya que es necesaria una armonía entre "fe y razón". En este sentido me parece conveniente recordar un titular de finales de año " Sarkozy reitera ante el Papa las raíces cristianas de Francia y su 'positiva laicidad'".